Capítulo 5

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—Bien. Vamos a entrar— dijo Santana cuando llegaron al galpón— ¿Están listos? ¿Chalecos?— todos asintieron— Como siempre, Zapata conmigo, López con Fabray. Entramos juntos, nos separamos cuando estemos seguros que no queda nadie. Cubran nuestras espaldas ¿Está claro?

—Si agente López.

¿Patt? ¿Rich? ¿Están con nosotros?— preguntó Santana.

Si agente— respondieron al unísono.

—No quiero una masacre— aclaró— Pero siempre pongan su vida por delante de la de ellos ¿Está claro?— volvieron a asentir— ¿Zapata trajiste la taser?— asintió— Seamos sigilosos entonces.

—Patterson, guianos— habló Noah.

La puerta que tienen a su derecha, dentro hay cinco personas. Dos dando la espalda a la puerta. Es un depósito lleno de cajas. Pasando la puerta al fondo del depósito se encuentra Evans en su oficina con una persona.

—Es imposible ser sigilosos así López— dijo Quinn.

Coincido— agregó Rich.

—A la mierda entonces— caminó hacia la puerta y la pateó.

—¡FBI!— gritó Zapata— ¡Las manos en alto!

En cuanto la agente dio el aviso, la gente de Evans disparó y empezó el tiroteo. El depósito estaba lleno de racks donde estaban distintas cajas y productos, las cuales usaban para esconderse y poder responder el fuego.
Santana había dicho no querer una masacre pero lamentablemente eso iba a ser imposible ya que eran siete contra cuatro, si, Evans salió de su oficina.
Todo parecía pasar para los agentes como si fuera en cámara lenta, veían caer abatidos a la gente de Sam al suelo, como también veían como los que quedaban respondían al fuego.

¿Un poco de ayuda cerebritos?— dijo Quinn mientras cargaba su arma.

Quedan cinco, Sam incluido— dijo Rich.

Cuatro— habló Zapata mientras se cubría detrás de un rack— Acabo de darle a uno.

—Quiero a Evans vivo— ordenó Santana.

De repente el tiempo para Santana se detuvo y dejó de respirar cuando vio a su hermano caer al suelo por el impacto de una bala en su pecho. Su primer impulso fue correr hacía allí pero una ráfaga de disparos fue en su dirección.

—¡Mierda!— gritó enojada mientras devolvía el fuego— Fabray estás más cerca, decime si mi hermano está vivo.

—Dame un minuto que estoy un poco ocupada López— se escuchaba como disparaba— ¡Noah!

—Estoy bien— tosio— Me dio en el chaleco— Santana respiró hondo cuando lo miró y vio como se levantaba para volver a cubrirse.

Cerebritos, díganme quien de estos le disparó— exigió Santana abatiendo a uno— Quedan tres.

—Sam.

—Es hombre muerto— murmuró cargando su arma— Zapata cubrime.

—Entendido— asintió y comenzó a disparar para cubrirla— Quedan dos con Sam incluido— Santana aprovechó para salir de detrás del Rack y se dirigió deslizándose sigilosamente hasta donde estaba Sam.

Se está yendo. Volvió a la oficina.

—Al único lugar que va a ir es a la morgue— susurró Quinn— Justo al hermano de la jefa le dispara— bromeó mientras seguía disparando.

Amor de AgentesWhere stories live. Discover now