Capitulo 38- FINAL

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—Britt, llegué— entró bostezando a su casa y fue en busca de la rubia quien estaba en la cocina, la abrazó por la espalda y le hizo caricias en el vientre— Hola preciosa, te extrañé.

—Hola, San— acarició los brazos que la rodeaban.

—Hoy Emily me preguntó porque no contábamos la noticia— la rubia se dió vuelta y la miró frunciendo el ceño— Si, perdón, lo sabe. Cuando Sue me llamó el otro día ella estaba presente.

—Lo cual es gracioso... porque Hanna lo descubrió.

—¿Lo descubrió o mi malvada hermana le contó?

—Nunca lo sabremos— dijo sonriendo y Santana la miró embobada— ¿Que?

—Nada, solo que... sos hermosa Britt-Britt, me haces muy feliz— le dió un casto beso en los labios— Te amo a vos y a nuestro bebé.

—Nosotros también te amamos— le dió un beso.

—A que es un nosotras— alzó una ceja desafiante— Tengo el presentimiento que va a ser una nena.

—Yo tengo el presentimiento que va a ser un nene— respondió la rubia sonriendo— Supongo que vamos a tener que apostar algo...

—Soy toda oídos— dijo de la misma manera que la rubia mientras le daba un beso en el cuello.

—Debido a que hoy te sacaron los puntos... ¿La apuesta puede esperar, no?— preguntó la rubia besándola.

—Nunca fui tan tan feliz— dijo correspondiendo el beso mientras alzaba a la rubia en brazos y la llevaba hasta la habitación, dónde entre besos y caricias se empezaron a desvestir para demostrarse cuánto se amaban y cuánto sus cuerpos se habían extrañado.
Santana empezó a trazar un camino de besos desde el cuello de la rubia hasta su bajo vientre y cuidadosamente le empezó a desabrochar el pantalón... fue en ese preciso momento cuándo vio la cintura de su novia y se emocionó al punto de que lágrimas caían por sus ojos— ¿Te tatuaste para no extrañarme?— preguntó riendo entre lágrimas y volvió a trazar ese camino de besos para llegar a sus labios y besarla.

—Hace años te dije que te iba a amar siempre y para siempre, mi amor— respondió besándola— Y así lo voy a hacer.

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—San, tenemos que comer— dijo riendo tratando de separarse de los brazos que la rodeaban— Piedra, papel o tijera, la que pierda cocina.

—Mmm, vayamos a un restaurante mejor— dijo besándole el cuello— No quiero cocinar y no quiero que cocines.

—Bueno amor, pero para ir tenemos que levantarnos— rió— Y bañarnos.

—¿Bañarnos eh?— preguntó buscando la boca de la rubia— Buen plan agente Pierce.

—Oh no no, bañarnos separadas, sino no nos vamos más y tengo hambre— dijo riendo besando a la latina— Anda vos primero.

—Está bien— gruñó levantándose, no sin antes darle un último beso.

Santana mientras se bañaba pensaba en la conversación que tuvo con su hermana hoy... si, había pensado muchísimas veces darle el anillo a Brittany, y si, también le había dado muchísimo miedo hacerlo. ¿Y si la rubia le decía que no? ¿Que era muy apresurado? ¿O que simplemente no se quería casar? Era más fácil seguir como estaban, eran felices, vivían juntas e iban a tener un hijo... si era más fácil seguir así.
La latina salió de bañarse y le cedió el puesto a Britt, si bien la rubia podría haberse duchado en el otro baño, prefirió quedarse acostada hasta el último momento, lo cual hizo reír a Santana.
La rubia entró a bañarse mientras que la morena empezó a cambiarse, al terminar fue hacia el cajón dónde tenía su reloj y se lo colocó, pero en ese lugar también había algo más...

—A la mierda, la vida es una— murmuró guardándose la cajita de terciopelo en el bolsillo de su pantalón.

—¿Me hablaste, San?— gritó Britt desde el baño.

—Creo que no lo murmure lo bastante bajo— pensó y rió— No mi amor, pero apúrate que también tengo hambre.

Llegaron al restaurante y ordenaron. Santana quería ir a un restaurante italiano, pero nuevamente Britt quería comida china, entonces la latina le cumplió el antojo...

—Britt odio la comida china— Santana revoleo los ojos mientras reía— Espero que a nuestra hija no le guste— bromeó mientras estaban en el auto.

Durante la cena hablaron de distintos temas mientras reían, del trabajo, su relación, recuerdos, sus familias, su familia...
Santana buscaba el momento adecuado para hacerle la pregunta a la rubia, pero no se animaba en ninguno, estaba nerviosa y le transpiraban mucho las manos.

—San ¿Estás bien?— preguntó britt acariciandole la mejilla por encima de la mesa.

—No, no en realidad— suspiró— ¿Podemos ir a nuestro lugar?

La rubia asintió confusa, pagaron la cuenta y se dirigieron a la camioneta de la latina para ir a su amado lugar. Durante el trayecto Santana estaba muy inquieta, cosa que no pasó desapercibida para britt que trataba de calmarla acariciando su nuca.
Al llegar la latina la dirigió hacia el banco dónde se habían besado por primera vez cuando se volvieron a ver... pero también, su primer beso de adolescentes fue en ese mismo banco.

—San ¿Que te pasa?— rió Britt sentada mientras su novia caminaba nerviosa frente a ella.

—Yo... esto...— suspiró— Dios no puede ser tan complicado— volvió a suspirar— Britt necesito que me digas lo mucho que me amas, por favor— dijo poniéndose en cuclillas frente a ella.

—Te amo mucho, mi amor— le dió un beso en la frente y Santana se relajó.

—Yo también, preciosa. Necesito decirte algo pero no me interrumpas, ya estoy demasiado nerviosa— rió y la rubia asintió mientras le acariciaba la mejilla— Bueno, empiezo... Britt, acá fue dónde nos dimos nuestro primer beso a los doce años, fue donde te dije lo mucho que te amaba cuando éramos sólo dos criaturas que muy rara vez saben lo que es el amor, pero tuvimos la suerte de que nosotras si lo sabíamos. Acá también fue donde nos besamos cuando nos reencontramos, donde me dijiste después de casi diez años que era el amor de tu vida mientras me mirabas a los ojos. Este lugar, era el lugar donde yo venia cada vez que te extrañaba en esos diez años y nadie sabía que lo hacía. Este es nuestro lugar, Britt, y siempre lo va a ser. Quiero que este hermoso parque sea dónde en un futuro todos nuestros hijos jueguen y se rían. Así que creo que es el lugar perfecto para hacer esto— tomó de las manos a una Britt sumamente emocionada— Ya se que no hace falta ni aclararlo, pero nunca hace mal decirlo. Te amo Brittany, sos el amor de mi vida desde siempre, sos mi luz, mi roca, mi todo— sacó la cajita de terciopelo de su pantalón y se arrodilló, la rubia por los nervios empezó a reír mientras lloraba— ¿Britt-Britt te queres casar conmigo?

—San...— dijo riendo y buscando algo en su bolso.

—¿Eso es un no?— preguntó asustada.

—Es un te me adelantaste— dijo sacando una cajita— Tenía pensado hacerlo mañana en la noche cuando ya supiéramos que iba a ser nuestro bebé— rió emocionada— Pero como te me adelantaste...— Santana soltó una carcajada mientras lloraba.

—¿Entonces cual es la pregunta, señora Pierce?

—Cuando nos volvimos a ver, te dije que pensaba que nuestro destino era terminar juntas... no me equivoqué y lo reafirmo cada día qué paso junto a vos. Está escrito desde el día que nos vimos por primera vez siendo dos bebés prácticamente. Te amo, Santana. Sos el amor de mi vida— dijo acariciandole la mejilla— Entonces señorita López la pregunta es ¿Te queres casar conmigo?

—Nada me haría más feliz, preciosa— la tomó de las mejillas y la besó— Te amo.

—Yo también, cursi.

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buenas buenas besties! acá les dejo el final de esta historia. espero que les haya gustado leerla tanto como a mi hacerla! gracias por el apoyo que le dieron❤️

mañana, o alguno de estos días subo el epílogo.

cuéntenme q les pareció!

pd: no se olviden que en mi perfil está el prólogo de la nueva historia🥰

Amor de AgentesWhere stories live. Discover now