Capitulo 23

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Las brittana se dirigieron hacia la casa de la rubia para agarrar los documentos y llevar las cosas de Britt que estaban en la casa de la latina de nuevo a su lugar, al llegar Santana se sorprendió de que el living estaba lleno de fotos de ellas de chicas y adolescentes, pero una fue la que llamó su atención... era una foto que se habían sacado el día anterior a que la rubia se vaya, Santana la tomó y sonrió nostálgica, luego de mirarla por un rato, la volvió a colocar.

—Esa es mi preferida— habló la rubia abrazándola por la espalda— Fue la ultima foto que nos sacamos.

—Si— Santana asintió mientras acariciaba los brazos que la rodeaban— Me acuerdo que te la había pedido en el momento y no me la pasaste. Muy mal Pierce, muy mal— la rubia rió— ¿Supongo que no vino Sam nunca acá no?— dijo mirando todas las fotos.

—No, si lo hubiera hecho se preguntaría porque tengo tantas fotos con la señora Jones, la esposa de la hermosa rubia Kim Beckett— revoleo los ojos riendo. Santana se dió vuelta sin separarse de los brazos de la rubia y le dió un beso cargado de ternura que Britt no dudó en corresponder— ¿Y eso?

—Tenía ganas de hacerlo desde que Emily nos interrumpió, bueno mejor dicho desde hace una semana— dijo acariciando su mejilla— Y con tus celos por Quinn tuve la oportunidad perfecta— volvió a darse vuelta para seguir mirando las fotos.

—No estoy celosa de Quinn— se defendió— Solo que ¡Esposas! pudieron decir novias— soltó generando una carcajada de Santana— Como te decía antes, este departamento lo usaba cuando necesitaba sacarme a Evans de encima por un rato.

—Todavía no me contestaste que hiciste cuando no pudiste tener más la foto en tu mesita.

—Mmm ya lo vas a descubrir— dijo sonriendo— Y espero con ansias ese momento— Le susurró al oído haciendo que la piel de Santana se erizara, seguido de un corto beso en el cuello y luego se quiso separar pero Santana sostuvo los brazos de la rubia en ella.

—Rubia— dijo con la voz ronca— ¿Te das cuenta que no me podes hacer eso y luego alejarte no?

—¿No?— contestó dándole otro beso en el cuello un poco más largo, bueno... mucho más largo, seguido de un mordisco en su oreja.

—Sos mala, Pierce, sabes que estamos apuradas— dijo soltando un gemido y la rubia rió por su comentario.

—Una pena— y luego de darle un beso en el hombro se separó— Tengo que terminar de agarrar las cosas ¿Queres algo de tomar mientras?

—No, gracias.

—¿Y de comer?

—Bueno...— sonrió pícara bromeando

—No seas mal pensada, López— contestó riendo.

—¡Como no serlo después de esto!— se señaló el cuello riendo— Espero que no me hayas marcado— la señaló alzando las cejas.

—Tendría que haberlo hecho, me olvidé— bromeó.

—Bueno siempre que quieras lo podes hacer, estoy cien por cien de acuerdo con que lo hagas— dijo la latina mientras se acercaba a la rubia.

—No me tientes a hacerlo, López— contestó mientras Santana le rodeaba el cuello con sus brazos y ella hacía lo mismo con la cintura de la latina— No me olvido que viajamos con una de tus amantes.

—Si bueno, ya te dije en mi casa que la única que me puede co...

—No lo digas— respondió dándole un casto beso en los labios— Si lo decís no me voy a poder controlar y no estoy bromeando.

Amor de AgentesWhere stories live. Discover now