Casada con el CEO ©

28. La Confesión

No sé ni como llegue a este punto, tal vez nunca tome en cuenta la posibilidad de caer rendido ante los brazos de Gabriela.

Ahora que se que a su padre no le importa ni mierda su bienestar y que fue capaz de mandarla a matar me queda bastante claro que nunca debí iniciar un plan tan cruel contra una persona que ni culpa tiene en todo este entierro.

-tu padre no te merece- susurro mientras sobo sus manos- y yo tampoco- me siento una mierda, porque Gabriela esta rodeada de personas que no la merecen y ella ni siquiera se da cuenta de eso.

-estas rodeada de gente que no te merece, y pensar que uno de ellos iba a tener un bebé contigo y no lo sabía es algo... extraño- como espero no hay respuesta.

En verdad que eso me tiene demasiado conmocionado, yo nunca imagine la idea de ser padre, pero ahora sentía un vacío al pensar que había perdido la oportunidad.

- Me hubiera gustado el haber sabido eso, ¿sabes? - los ruidos de la maquina sonaban por el cuarto a modo de respuesta al silencio- haber sabido que iba a ser papá.

Flashback

La operación de urgencia de Gabriela termina, me encuentro desesperado en la sala de espera, después de recibir la carta no sé qué pensar, ya no sé en qué lugar me encuentro.

La enfermera desagradecida que no me dejo entrar sale.

-Familiares de la señora Gabriela Huberman.

O sea, la enfermera sabe que soy su esposo y todavía pregunta ¿Familiares de la señora Gabriela Huberman? Ay, no inventes.

Me paro y gracias a Dios el doctor en jefe llega y le ordena a la enfermera que se vaya. Nos alejamos para que hablemos con libertad de esos chismosos que tengo como amigos y que me acompañan en este proceso, también esperando que mi esposa se recupere.

-Señor Huberman- me saluda el doctor- la señora Huberman se encuentra bien.

Suspiro dejando atrás toda mi frustración, es como si todo lo que ha pasado hace horas se borrara con esa sola noticia

-sin embargo, no podría decir lo mismo del bebé

¿bebé? ¿qué bebé?

Mi mirada confundida pareció iluminar la mente del doctor.

-No sabía ¿cierto? -niego disimuladamente.

-Calculamos que la señora Huberman tenía unas seis semanas, o unas siete semanas de embarazo.

Un bebé, Iba a ser padre y no lo sabía.

-La señora Huberman aun esta inconsciente, no sabemos cuánto tiempo tarde en despertar, el golpe fue fuerte- asiento, pero la cara del doctor se ensombrece como si tuviera aun más malas noticias que decir.

-¿sucede algo más?

El doctor se aclara la garganta y respira hondo.

-Es posible, es decir, hay un 90% de posibilidad que la señora Huberman no pueda volver a tener hijos, el volante y la bolsa de aire le lastimaron mucho, en especial la matriz y el aborto fue muy traumático para su cuerpo, así que si se vuelve a embarazar seria un milagro o en todo caso ella o él bebé en cuestión podrían perder la vida- me cubro la cara ante la noticia-espero que entienda porque se lo digo, a partir de ahora un futuro embarazo para la señora Huberman podría ser muy riesgoso.

Trato de regular mi respiración.

Gabriela no podría lidiar con esa noticia, es por eso que tomo la decisión que aunque sé que podría lastimar a Gabriela en el futuro, es lo mejor.