Casada con el CEO ©

8. Comenzar de nuevo

El calor de la ciudad con el paso de los días se hacia cada vez más insoportable, había momentos como este en los que deseaba tomar un vuelo sin escalas a Londres y volver a su inestable pero perfecto clima, luego me acorba el porque no estoy en Londres y se me quitaba el deseo.

Afortunadamente los asientos VIP me cubrían del sol y un poco del calor.

El Gran Premio de Italia se estaba llevando a cabo, todavía faltaban poco más de diez minutos para que comenzara así que la gente aún se seguía acomodando en sus lugares. Podía observar a Gregor desde lejos mientras él se movía alrededor como un pez muy dentro del agua, una sonrisa se dibujó en mi rostro sin querer.

Esta era mi razón.

Acepte el trato por él, Gregor era un ser tan bueno que no merecía dejarlo todo por mi.

Mire a Olive y a Marcella (la niñera) desde lejos, ambas estaban en el área de comida buscando por suficientes aperitivos que degustar durante la carrera.

Olive cada día se parecia más a mí, no en el físico claro esta, de eso era identica a su padre, gracias a Dios, sino en los hábitos, se que no pasabamos mucho tiempo juntas porque yo trabajaba, pero desde que estuvo en mis brazos supe que la protegeria y haria hasta lo imposible para ganarme su afecto.

Volví mi mirada al frente cuando senti a alguien sentarse a mi lado, no tardo mucho, a decir verdad no tardo nada en volverse en una mueca de disgusto.

-¿Que haces aqui?-pregunte más que enojada al verlo de nuevo.

Hace tres días que no veo a Chris. Gracias al cielo.

Justo cuando crei que mi suerte iba bien él se aparece para demostrarme una vez más que mi suerte es una mierda.

Gracias Dios.

-Vine a disfrutar de la carrera como tú-Me dedico una sonrisa inocente- prometo no hacer un escándalo, preciosa.-Rodee los ojos ante su apodo.

¿Preciosa ni que nada?

-Además Vasseur me invito y sería una groseria no asistir luego del momento incomodo en su cena. -Asentí sin demostrar absolutamente nada.

Pues fue tu culpa, quise decir pero me lo guarde porque la gente a nuestro alrededor lo escucharía y no quería otra escena.

-Gabriela...yo...

No pudo continuar con lo que sea que tenía planeado porque Olive apareció a mi lado con dos vasos de limonada de fresa y una sonrisa en el rostro.

-Tu favorita- me tendió el vaso y lo tome dandole una gran abrazo por su gesto.

Era una dulzura.

-¡Chis!- Olive dejo su vaso a un lado y corrio al hombre nombrado para darle un abrazo.

-Livvie- él beso su cabeza castaña y mi pequeña se aferro más a él.

¿Livvie? Desde cuando mi ex tiene tanta confianza con Olive.

¿que esta pasando aqui y porque no tengo la más minima idea?

-¿Has venido a ver a papá?- él cuerpo de Chris se tensa un poco pero le dedica una sonrisa a la pequeña niña delante de él.

Se que siente mi mirada asesina, pero solo opta por ignorarla.

-Si, oí que es bastante bueno- seguido de eso le susurra un secreto a Olive que la hizo sonreir más.

-Papá ganará- asegura mi niña preciosa y eso hizo sorprendentemente sonreir a Chris, esta vez de verdad.