🌹CAPÍTULO 21🌹

440 51 28
                                    


🌹🌹🌹

🌹🌹🌹

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.



Hefziba, esperaescucho como dice a espaldas mías—. No te vayas, quédate conmigo.

Su voz me toma por sorpresa ya que pensé que seguiría dormido.

—Aiden, vuelve a dormir—me volteo a verlo en la cama y lo encuentro sentado, mirando hacia mi—, tengo que irme.

Siento sus ojos sobre todo mi cuerpo al mismo tiempo que lo veo ponerse de pie.

—Solo quédate—se acerca con pasos seguros y firmes hacia mi—, duerme hoy conmigo—propone mientras me extiende su mano.

—No—le digo pero eso no lo detiene al acercarse—, tengo que ir a casa, tu mejor vuelve a dormir.

—Sé que no quieres hacerlo, ¿acaso crees que no note como me mirabas hace un rato?—murmura solo a unos centímetros de mi— ¿De las ganas que tienes porque te haga mía?

Aiden...

Jadeo al sentirlo cada vez mas cerca de mi. 

Hefziba...—le sale como un gemido.

Aiden...

—Hefziba—lo escucho a lo lejos—Hefziba...

Me remuevo de un lado a otro, quejándome por la lejanía de esa voz.

—Hefziba, despierta—abro mis ojos de pronto encontrándome con la calle de mi casa. Respiro un poco agitada al darme cuenta de que nada de lo que estaba viendo era real—. Santo dios, me asustaste.

—¿Qué pasa?—pregunto soñolienta. Volteo a ver a la rubia sentada a un lado mío mientras intento mantener mi respiración en un ritmo normal.

—Me asustaste, tonta—dice y la escucho sincera, no esta exagerando—estabas respirando demasiado rápido, creí que estabas teniendo un ataque de asma o que algo malo estaba pasando. De verdad me preocupaste demasiado.

—Lo siento, Sam, solo estaba soñando.

Froto mis ojos mirando por el vidrio del carro, viendo mi casa a oscuras. Esperaba que Ana estuviera dormida, no tenia nada que ocultar, pero no quería un cuestionario al entrar a casa. Volteo mi vista de nuevo al carro y mi mirada cae en el estéreo del carro de Sam, que nos regla la hora.

3:40 a.m.

Todavía no podía creer que había salido de casa y estaba llegando a estas horas. No es como que fuera algún tipo de delito, pero algo a lo que no estaba acostumbrada. 

—¿Alguna pesadilla?—la escucho hablar de nuevo.

—No, algo sin importancia—miento por obvias razones.

El Recuerdo De Los Dos Amores Más Grandes De Mi Vida [1.0]Where stories live. Discover now