🌹CAPÍTULO 19🌹

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—Ciao*—me saluda al abrir la puerta.

Frunzo mi seño por la extrañes de escucharla, causando me una risa por ese acento italiano tan marcado y forzado que esta haciendo.

—Ciao*—respondo.

La veo hacer un ademán de estar pensando y sigue.

—Buon pomeriggio, come stai?—lo vuelve a intentar, causando me volver a reír pero ahora un poco más fuerte.

Espera a mi respuesta, y se la doy con la certeza de que no me entenderá.

—Che bello vederti, mi provoca tanta emozione averti in casa mia. Dai, mettiti comodo, ti aspettavo per passare il pomeriggio*—se le borra la sonrisa de la cara cuando me escucha y me mira sin ninguna expresión, de seguro molesta.

—A la mierda todo, eso fue lo único que traducí en internet—dice floja, resoplando y pasando a un lado mío.

Suelto una risa más notoria, negando por su ocurrencia.

Samantha nunca había sido buena en Italiano, en todos estos años nunca ha entendido bien el idioma. Sabe muchísimos más, como francés, alemán o español, pero el italiano al parecer no. Sabe decir uno que otro insulto en mi idioma, pero lo básico como saludos o algunas palabras, no lo sabe. Según ella porque solo recuerda lo importante, lo cual es absurdo que lo diga así.

Era como Ludo, pero creo que hasta en eso, la pelinegra tenía un poco más de conocimiento que Sam. La rubia era muy inteligente, tenía una habilidad fantástica en los números. Era increíble la facilidad que demostraba en cada clase de matemáticas, álgebra y física. Me parecía increíble ya que yo no solía ser muy buena en los números. Todo lo que sabía lo aprendía de ella, al igual que ella, aprendía de mí el idioma con el que yo había nacido.

Subimos a mi habitación, y como mis usuales fines de semana solían pasar, tenía mis libros y libretas regados por toda mi cama, terminando los pendientes y tareas que tenía que resolver.

Los recogi para hacer espacio y que se pudiera sentar en mi cama. La repare de pies a cabeza y note que iba muy arreglada. Sus piernas estaban cubiertas por unos pantalones blancos y su torso con un muy lindo crop top de color azul marino, dejando su plano abdomen a mi vista. Su cabello estaba atado en una media cola, con su dorado cabello suelto en algunas partes, dándole un toque desarreglado y despreocupado. Su rostro tenía un poco de maquillaje, dejándola con unos labios rojos increíbles, y llevaba unos tacones que con solo de verlos, me dijeron los pies.

Se veía muy linda, muy bien y muy arreglada como para solo venir a verme y pasar un rato sentadas en mi habitación.

—¿Estas lista?—dice a espaldas de mi, mientras arregló mis libros.

El Recuerdo De Los Dos Amores Más Grandes De Mi Vida [1.0]Where stories live. Discover now