El Recuerdo De Los Dos Amores Más Grandes De Mi Vida [1.0]

🌹CAPÍTULO 34🌹

🌹Hefziba🌹

Deslizo con cuidado la ventana de mi habitación e intentando hacer el menor ruido posible, la cierro.

Anna no puede notar que salgo. Es mejor así. No puedo ni siquiera pensar como es que reaccionaría si supiera lo que voy a hacer.

Bajando casi de puntitas para que nadie me note, avanzo hacía el final de las escaleras intentando pasar desapercibida.

Al divisar el movimiento del otro lado del patio blanqueo mis ojos al verlo y maldigo solo de notar su presencia cerca de mi.

Joder, ¿Porque rayos es tan metiche?

¿Acaso no entiende que no deseo verlo?

Veo cuales son sus intensiones al atravesarse en mi camino y lo miro realmente hastiada por su existencia en este momento.

—¿Ahora que quieres?—pregunto con real fastidio al ver que se me atraviesa en mi paso.

—¿A donde crees vas?—intento hacerme a un lado pero se sigue interponiendo solo para estorbar me y evitar que siga caminando.

—No sabia que Anna te pagaba por cuidarme—mi voz sigue sonando con fastidio pero ni siquiera me preocupo por controlarla para que no suene así.

Me está hartando de verdad. ¿No le bastó con lo de hace un rato que es que quiere seguir jodiendo?

—No lo hace, pero con todo lo que me veo orillado a soportar de ti, debería de reclamarle algún pago—contesta con una sonrisa forzada en sus labios, obviando la burla hacia mí.

—Eres un idiota—bramo pasando por un lado suyo, queriendo me librar de él lo más rápido posible.

—Y tu una berrinchuda, ¿a dónde vas?—toma mi brazo con algo de fuerza y me mantiene quieta en mi lugar. No me lastima, en realidad no es un agarre tan fuerte, puedo notar como se esta conteniendo para no hacerme daño.

—¿Acaso eres mi niñera?—tiro de mi brazo para atrás pero no logro liberarme de su agarre que más que fuerte, es firme.

—Hefziba—pronuncia lo más seguro, harto de mi actitud. Es estúpido, si tan harto esta de mi, ¿porque sigue jodiendo? ¿Porque no solo me suelta y me deja en paz?

No me inmutó ante su mirada. Si quiere jugar a ser un cabron, esta bien, no se la iba a dejar ganar tan fácil como quiera. Con él las cosas siempre terminaban siendo así. Desde un inicio el formato de pelea en vez de la plática nos pareció ser más fácil que ser civilizados.

Aún recuerdo como termino burlándose de mi aquel día en el hospital. Siendo el cretino que en realidad es. Pensaba que eso había quedado en el pasado y comenzábamos a formar una amistad. Digo, después de contarle mis secretos y ver algo tan íntimo de mi infancia como aquella lista que tanto insistió en concluir, yo creía que ya estábamos bien. Que comenzábamos a ser amigos y que desde Halloween estabamos mejor.

Por eso no entendía su actitud. No tenía razón para comportarse así. Realmente estaba terminando siendo un idiota y un cretino.

Sus ojos me escrutaron  sin moverse de los míos y eso casi me hace flaquear. La determinación y análisis con la que sus ojos bicolor me miraron transformó mi estomago en un agujero sin fondo y la sensación causó un escalofrío en mi piel.

Él seguía en la espera de una respuesta pero por alguna razón la intensidad de su mirada me cortó y borró cualquier explicación que pudiera darle.

No me gustaba ese efecto que causaban sus ojos en mi. Me hacia quedar como una tonta después de un rato de perderme en esos ojos ambiguos. De unos días hacia acá cuando me miraba; cuando sus ojos caían en mi, en los míos y me miraba de esa forma ilegible para mi, notaba como la atmósfera que nos envolvía, se llenaba de una extraña tensión que caía sobre nosotros y la cual no podía explicar de dónde rayos salía.

Solo de pronto la sentía. Después de quedar como una tonta mirándolo. La convivencia con él era algo tediosa, eso siempre lo había sido, aunque ahora lo era más.

—Iré a ver a mamá—miento después de un largo rato en silencio, solo dejando en evidencia lo que he descubierto que sus ojos causan en mi. Aclaro mi garganta intentando disimular que comienzo a sentirme nerviosa y sostenjendome del enojo que recuerdo haber tenido al inicio de nuestra plática por fin logro deshacerme de su agarre.

—¿Crees que soy estupido?—hago un gesto sugerente, planteándome su pregunta para que se haga una idea de lo que realmente pienso y muerdo el interior de mi mejilla para no reír al notar el cabreo que se le comienza a formar —Hefziba...—murmura cansado volviendo a utilizar el mismo tono que hace un rato y yo solo me encojo de hombros un tanto divertida—. No soy estúpido Hefziba, que eso te quede claro. Ya sé que irás a ver al pendejo con el que te vi hace un rato.

Mi gesto cínico desaparece y frunzo el ceño sin saber como es que él lo sabe.

—Ya te lo dije Hefzjba, no soy estúpido —suspira y pronuncia al ver la confusión grabada en mi rostro y responde a la pregunta no formulada por mi voz y ahora la cabreada comienzo a ser yo—, no te lo repetiré, ve y sube ya a tu habitación.

Lo miro sin creerlo. De pronto y sin poder contenerlo, de mis labios sale una pequeña risa incrédula. Lo sigo mirando y al ver que su gesto sigue intacto y serio me río mucho más.

¿El de verdad se cree con el derecho de darme órdenes?

Esta idiota.

Sostengo mi pecho aún riendome descaradamente de él y comienzo a tranquilizarme antes de quedarme sin aire y empezar a toser.

Sonrio viéndolo a la cara y limpio unas lágrimas rebeldes que habían comenzado a salir de mis ojos por el ataque de risa que me causó escuchar tremenda estupidez.

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N/a: Triple actualización, sigan leyendo, que esto se va a poner bueno👀

¿Alguna opinión? ¿Que piensan de este capítulo?

Lxs leo.