114

2.9K 146 12
                                    

Intento parecer tranquila cuando la doctora vuelve a entrar y se sienta al frente mío.

–Si te sentís lista hacemos una ecografía para ver como va todo y saber de cuantas semanas te encontrás, es tu decisión Agus– me quedo unos segundos en silencio y después le digo que sí.

–Bien, te voy a pedir que te acuestes sobre la camilla y levantes tu camiseta– hago lo que me pide, esparce un gel transparente que me da escalofrío porque está helado.

Prende el aparato y comienza a moverlo sobre mi abdomen, aprieto mis manos nerviosa, a los minutos vuelve a hablar.

–El feto aproximadamente tiene entre 5 o 6 semanas, todavía no podemos escuchar su corazón porque todavía es pequeño– me indica algo en la pantalla pero sinceramente no veo nada, mueve un poco más el aparato y logro ver una pelotita del tamaño de un maní.

Cuando terminamos la consulta me entrega la ecografía y me indica los cuidados que debo tener y que actividades debo evitar porque cualquier movimiento o actividad brusca puede ser mala en mi estado anémico, por último me da unas pastillas y nos despedimos.

Salgo del consultorio vuelta un manejo de nervios y con mis ojos llenos de lágrimas y solo espero no ser reconocida por nadie, subo al auto que por suerte alquilé para poder moverme por Milán.

Llamo a Agustina porque necesito ver a alguien, no tarda mucho en contestar.

–Decime por favor que estás en casa y que Lauti no está– digo apenas contesta.

–¿Que pasó gorda, estás bien?– pregunta preocupada.

–Estoy embarazada Agus, ¿puedo ir para ahí?, necesito ver a alguien y Paulo no contesta– hablo desesperada.

–Si gorda, vení, Lautaro está en el club– comienzo a manejar tratando de mantenerme tranquila, lo único que me falta es tener un accidente.

–En media hora estoy ahí– corto la llamada, dejando el celular en el asiento del copiloto.

(...)

Cuando llego Agus me abraza y lloramos juntas.

–Soy una boluda, es mi culpa por no cuidarme y por no estar atenta, me odio– Agus me abraza más fuerte.

–No gorda, no es tu culpa, son cosas que pasan– la interrumpo separándome un poco.

–No quiero Agus, no estoy preparada psicológicamente para tener un hijo, menos con Paulo que está con otra y ni siquiera me responde los mensajes– justo cuando está por hablar la puerta se cierra y a los segundos veo a Lautaro que me mira preocupado.

–¿Pasó algo malo?– se acerca a nosotras y Agustina me indica que va a buscar un vaso de agua.

–Estoy embarazada– se queda quieto y me mira, sin poder creerlo.

–Decime que es broma– niego con la cabeza y el me abraza al ver que no estoy mintiendo y que no puedo más.

–Shh, está bien mi vida, está bien– lo abrazo con todas mis fuerzas porque realmente lo necesito–. Sabes que siempre vas a contar con nosotros dos y que tenés el apoyo de todos los chicos ¿verdad?

–Tengo mucho miedo Lau– me da un beso en la frente.

–Escuchame eu– se separa y me mira–. Pase lo que pase contás con nosotros, ¿Paulo sabe?

–Solo le dije que tenía un atraso, cuando le avisé dijo que tenía que hacer cosas y ahora no contesta– me seco las lágrimas y Agus vuelve con el vaso de agua, tomo un poco porque siento la garganta seca.

–No da más de pelotudo, igual espera a que se calme un poco, ya se le va a pasar ¿querés que hable con él?– niego.

–Lo voy a hacer yo, de todas formas tengo que ir a buscar las cosas que dejé en su casa– hablamos un rato y me ayudan a aclarar mis ideas.

–Te podés quedar con nosotros el tiempo que necesites– me dice Lau.

–Gracias, en serio, los amo demasiado– sonrío y los abrazo a los dos.




Together | Paulo DybalaWhere stories live. Discover now