Together | Paulo Dybala

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Al terminar el partido tengo los ojos llenos de lágrimas por la bronca, nos robaron otra vez.

Salimos de los palcos y nos dirigimos al vestuario de los chicos, Cami y Anto con los chicos van detrás mío, todos en silencio.

Cuando entramos al vestuario a los minutos llegan los chicos, todos callados y mirando al piso, alto bajón debe haber sido esforzarse al pedo, por que nos robaron todo el tiempo.

Abrazo a mi hermano después de Anto y le doy un beso en la coronilla.

-Boluda, me queda la copa América del año que viene y un mundial más y todavía no puedo ganar nada con mi selección- me dice mirando hacia abajo, se me llenan los ojos de lágrimas, por que más que nadie sé lo que Lionel sufre cuando se trata de la selección.

-Escúchame negro- hago que me mire-. Sos mi vida entera, sos el mejor hermano que me pudo dar la vida, tengo a los mejores sobrinos y a la mejor cuñada gracias a vos, lo que haya pasado hoy allá afuera no se compara con lo que sos, Lionel sos el mejor jugador del mundo, capaz que no es hoy pero algún día vas a levantar la copa y en ese momento yo voy a estar ahí para vos, te mereces lo mejor, te amo- lo abrazo y nos quedamos así un rato.

-Te amo mucho enana- me río y seco mis lágrimas.

-El enano sos vos- hago que se sonría y me alegra saber que aunque todo sea una mierda él siga sonriendo.

-Pibes de mi vida, ¿que decirles? Se merecen lo mejor, y hoy todo el mundo fue consciente del terrible robo que nos hicieron Brasil y la Conmebol, se merecían ganar, se merecían pasar a Finales, pero ya está, el año que viene van a poder disfrutar de su gente, de su país y estoy segura de que esa copa va a ser de ustedes, los amo mucho locos- les digo a todos, puedo ver la decepción en sus rostros, pero a la vez sé que necesitan consuelo-. Vamos por ese 2020, que ese año es de ustedes, ahora volvemos al hotel y quiero verlos sonreír por que hoy lo hicieron increíble, demuestrenle a todos que ustedes son fuentes y van a seguir luchando por la selección.

(...)

-Soy alta decepción- me dice.

-No digas eso gordo, vos no tenes la culpa de nada- le acaricio el cabello a Paulo, quien está acostado sobre mi pecho.

-Es mi culpa, jugué para el orto los últimos minutos- hago que levante la mirada así puedo verlo a los ojos.

-La culpa no es tuya bebé, la culpa es de ellos que les robaron durante todo el partido- suspiro-. En un par de minutos y con un partido con dos goles no se puede hacer nada, diste lo mejor en esta copa y no se dió, te quedan años de carrera y en esos años las vas a romper.

-¿Vas a estar conmigo todos esos años? Por que desde que falleció mi viejo nadie me decía cosas tan lindas cuando me siento mal, como ahora- veo como se le llenan los ojos de lágrimas y se me rompe el corazón.

-Sí gordo, cada vez que te sientas mal voy a estar para vos aunque estés en la otra parte del mundo me podes hablar y te voy a consolar como ahora...- No me deja terminar de hablar por que me da un beso

-¿Me lo prometes?- lo miro a los ojos y asiento.

-Te lo prometo si vos haces lo mismo.

-Siempre voy a estar para vos gorda- nos besamos.

¿Estoy enamorada de Paulo Dybala? La respuesta es sí y nunca me lo imaginé.