118

2.9K 143 6
                                    

3/3

Agustina Messi

Me despierto desorientada, cierro los ojos porque la luz del lugar me impide ver por unos segundos, parpadeo adaptándome y veo por la ventana que ya es de día,  intento moverme pero siento mis piernas pesadas.

Siento el ruido de la puerta pero no veo a nadie entrar, asi que supongo que alguien salió.

Me siento en la cama y de a poco me vuelvo más consciente de lo que acaba de pasar, muevo mis piernas hasta que dejan de sentirse pesadas y me levanto. Bajo de la cama, abro la puerta saliendo de la habitación, lo primero que veo es a Paulo hablando con Joaquín, y a Oriana doblando por el pasillo, viniendo hacia donde están ellos.

Mi hermano es el primero en darse cuenta de mi presencia y se acerca cuando ve que no puedo más. Me abraza y lo único que puedo hacer es llorar.

–Shh, está bien Agus, está bien– intenta tranquilizarme, pero solo lloro más fuerte.

–Decime que no pasó nada malo– lo abrazo más fuerte porque necesito sentirme segura–. Decime que no, por favor.

–Agus– Paulo intenta acercarse pero me abrazo más a Lionel.

–No–lo empujo con mi mano–. Decile que se vaya, no la quiero acá– le digo cuando veo que Oriana se para en medio del pasillo con el celular.

Paulo le hace una seña a Lautaro y él le dice algo a Oriana, cuando veo que se va mis músculos se relajan, Leo intenta separase de mi pero no lo dejo, lo necesito para no caerme porque mis piernas no dejan de temblar.

Dos enfermeras llegan y me obligan a separarme pero me aferro más a mi hermano.

–Agustina tienes que hacer reposo– dice una de ellas pero la ignoro.

–La llevo yo– comienzo a moverme todavía abrazada a Lionel que no me suelta en ningún momento.

Una vez de nuevo en la cama de la clínica, las enfermeras me inyectan algo y siento mis músculos relajarse pero sigo consciente de todo al mi alrededor.

–Solo es un relajante– indica justo cuando Paulo entra a la habitación seguido de un doctor y sé que lo que nos van a decir no puede ser nada bueno. Lloro sobre el pecho de mi hermano.

–Agustina te vamos a hacer unas preguntas, así podemos determinar mejor el análisis– explica muchas cosas más pero no le presto atención–. ¿Durante estas semanas tuviste algún síntoma anormal a los síntomas que mayormente vienen con el embarazo?

–No, creo que todo estuvo dentro de lo normal, vómito, dolor de cabeza, náuseas y sueño, lo que sí los mareos eran muy intentos– el asiente.

–¿Consumiste alcohol o fumaste las últimas semanas?– pregunta mirándome, mientras toma nota.

–Antes de enterarme lo del embarazo, pero solo fue una copa porque me daba náuseas– todos me prestan atención y sé que de cierta manera están analizando si estoy bien o mal–. ¿Por qué las preguntas?

La habitación se queda en silencio y sé que ninguno, ni Paulo, ni Lionel que sigue en la habitación ni yo estamos preparados para la respuesta.

–¿Cómo empezaron los dolores?– evita mi pregunta.

–Estaba todo normal, creo que empezaron cuando hice fuerza de más– Paulo me mira y sé que sabe la razón, sus ojos están rojos y está conteniendo las lágrimas–. Las punzadas cada vez eran más fuertes, luego de comer, me dieron náuseas y cuando estaba saliendo del baño el dolor se volvió más intenso y ya no lo pude soportar.

–Cuando llegaste a la clínica estabas inconsciente y tu presión estaba muy alta– hace una pausa para dejar la libreta sobre la cama–. Creo que esta es la peor parte de mi profesión, lamento mucho lo que pasó– dejo de escuchar porque se lo que me va a decir.

–¿Perdí al bebé?– todos están en silencio y cuando el doctor asiente dejo de estar abrazada a Lionel porque Paulo me agarra la mano y yo lo abrazo con todas mi fuerzas mientras lloramos los dos, siento como el mundo se me viene abajo.

Dicen algo de que van a salir para dejarnos solos y siento la puerta cerrandose, quedamos solo nosotros dos en la habitación. Lloro sobre el pecho de Paulo que no deja de abrazarme en ningún momento a pesar de que el debe estar sintiendo lo mismo que yo.

–Perdón– digo en un susurro porque mi voz se quiebra–. Es mi culpa, tendría que haberme cuidado mejor, tendría que haber estado atenta a los síntomas y...– me interrumpe mirándome los ojos.

–No digas eso gorda, te acababas de enterar hace unos días, era imposible saber lo que iba a pasar. Y no te voy a decir que no va a doler, porque duele muchísimo asimilar una noticia así– lo abrazo de nuevo cuando noto que se le quiebra la voz, nunca lo había visto así solo cuando pasó lo de la selección.

Hablamos muchas cosas y siento una pequeña liberación porque ambos necesitábamos hablar sobre todo lo que pasó.
Después de diez o quince minutos el médico vuelve a entrar con la enfermera, nos separamos un poco, pero seguimos abrazados.

–Lamento mucho lo que pasó chicos, aunque no lo crean estas cosas suelen suceder muy seguido y algunas veces es muy difícil conocer las causas del porque sucedió– comienza a explicarnos–. Estas pérdidas a menudo se producen cuando el embarazo no se desarrolla normalmente y en muchos casos, los abortos involuntarios son producto de un problema con los cromosomas en el feto. La cantidad de cromosomas que tiene un feto pueden ser muchos o pocos y muchas veces eso puede afectar su supervivencia.

–Por esto es necesario hacer varios exámenes de sangre para tratar de identificar la causa, si bien es muy difícil identificar el porqué, en muchos casos puede deberse a algún problemas de salud, como las enfermedades crónicas, presión arterial alta, diabetes, enfermedad tiroidea o síndrome de ovarios poliquísticos. La prueba de sangre de hace unas horas fue por esta razón, pero todos los análisis salieron correctamente, puede que la razón del aborto espontáneo haya sido por algún problema en el feto o en la placenta– explican muchas cosas y nos vuelven a dejar solos, hasta que entra mi hermano y Antonella, nos abrazan a ambos y lloramos pero me quedo un poco más tranquila.












Estuve mucho tiempo pensando en si debía o no escribir esto, y lo decidí así porque tengo planeadas otras cosas para la historia de Paulo y Agustina.
Llore mucho escribiendo este capítulo y les pido perdón por lo que pasó y si lxs hice llorar.

Bueno, solo pasaba para decirles eso y avisarles que se preparen para todo lo que viene porque su historia no termina acá, disfruten de estos capítulos porque seguro son los últimos de esta primera parte.

Gracias por leer💞

Together | Paulo DybalaWhere stories live. Discover now