Together | Paulo Dybala

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Estamos cenando todos juntos en la mesa hablando sobre cosas y riéndonos. Cuando se acercan las 12 todos nos paramos para brindar.

-Falta un minuto- habla Luis.

-No, faltan dos- respondo yo.

Justo cuando Anto está por hablar suena mi celular indicando la hora correcta.

-¡Feliz Navidad a todos!- decimos al unísono y chocamos nuestras copas.

-Sí estuviéramos en Argentina, hubiéramos puesto crónica- escucho que dice Lautaro al lado mío y yo río.

Abrazo a mi novio y le doy un beso. -Feliz Navidad amor- me da otro beso y se va a abrazar a su mamá.

Saludo a todos con un abrazo.

-¡A abrir los regalos!- grita Thiago saltando y junto con Mateo salen corriendo los dos.

Vamos todos a la sala principal y nos reímos al ver como mis sobrinos buscan sus regalos.

-Los tienen que buscar- les digo sonriendo. A la tarde Paulo se los llevo a pasear un rato para que con Anto escondamos los regalos de los nenes.

-¡Tía!- se queja Mateo.

-¿Les doy una pista?- asienten.

-Están acá abajo, arriba no hay nada- los dos salen corriendo a la cocina.

-No, Mateo deben estar en la sala de televisión- me río mientras los escucho pelear.

Después de estar buscando por todos lados, deciden ver en la habitación donde tienen sus juguetes.

Entran corriendo y nosotros los seguimos, el primero que encuentra uno de sus regalos es Mateo.

-¡Una batería!- grita dando saltitos.

-Yo a vos te mato- escucho que me dice Lionel que está al lado mío. Thiago descubre su regalo dos segundos después.

Al mirar la guitarra eléctrica se queda en shock y todos reímos.

-¡Gracias tía!- vienen a abrazarme los dos.

A Ciro decidimos regalarle un lamborgini tamaño mini que anda con batería.

Terminamos de abrir los regalos de todos y, mi hermano pone música y todos bailamos. Siempre ame eso de mi familia, todos aman la joda.

Estoy preparando el Fernet cuando Paulo me rodea por atrás y me da un beso en el cuello.

-¿Qué haces amor?- pregunta dejando  pequeños besos hasta llegar a mi clavícula.

-Preparo al amor de mi vida- sonrió dándome vuelta, quedando así al frente de él. Paulo se toca el pecho fingiendo que le dolió.

-Y yo pensando que era el amor de tu vida- se ríe y hace puchero.

-Te amo- le robo un beso y le doy el fernet.

Justo cuando me estoy por ir a sentar empieza a sonar ocho cuarenta, canción de Rodrigo.

-Aprovecha que tenes un novio cordobés y podes bailar el mejor cuarteto de tu vida- dice acercándose a mi para bailar.

(...)

Me sacó los zapatos por que no aguanto más y los dejo a un costado. Estoy un poco mareada porque me pasé un poco mucho con el alcohol.

Veo a Dybala sentado mientras habla con Giovani, me acerco a ellos y me siento sobre el regazo de mi novio.

-¿Qué hora son?- pregunto mientras Paulo me agarra por la cintura.

-Las seis- responde Gio mirando su celular.

-¿Pasó algo gorda?- niego.

-Tengo sueño y creo que tomé de más- apoyo mi cabeza sobre el hombro de Paulo.

Mis papás, Alicia y mis sobrinos subieron hace rato cada uno a sus habitaciones porque estaban cansados. Así que sólo quedamos nosotros.

Dolores está hablando con Antonella y Sofia. Mi hermano, Luis, Neymar y Lautaro hablan entre ellos.

Agarro uno de los platos con sándwiches de miga y los empiezo a comer.

-¿Queres que nos vayamos?- habla Paulo.

-No, hice que preparen otra habitación para Dolores y Gio, así que podemos dormir en la mía, aparte tomaste y no vas a manejar así- Pau asiente y me da un beso en la frente.

Intento robarle el fernet a Paulo, pero me lo quita, lo miro mal.

-Mañana vas a estar con resaca- niega con la cabeza-. Aparte estabas enferma te va a hacer peor.

-Sólo me dolía la cabeza gordo, ya pasó- el niega igual.

Me paro para ir a hablar con mi cuñadas y Sofi. Que hablan sobre ropa.

A eso de las siete, todos subimos cada uno a su habitación para dormir. Me cambio de ropa, me desmaquillo y cepillo mis dientes para ir a acostarme al lado de Dybala que está con su celular.