21.

9.4K 1K 712
                                    

┌──────── °° ────────┐
EL SILENCIO      
└──────── °∘❁∘° ────────┘
.
.
.

¿Sería de mala educación escabullirme por la entrada trasera y fingir que nada de esto había sucedido?

Mis pies chocaban contra el asfalto, a un ritmo firme y decidido, dejándome en claro que por más que mi mente ideara miles de planes de escape, ellos no cederían.

Genial.

—Por un instante creí que nos dejarías plantados—Theodore sonrío y debo admitir que me tomo más fuerza de voluntad de lo planeado cambiar mi foco de atención de él hacia la pequeña ~ahora no tan pequeña~ bola de pelos en sus brazos.

—¡Oh por Dios! ¡Mira cuanto has crecido!—me dirigí hacia él, quitándole a Bigotes de los brazos.

—¿Tú dices? Sigo siendo la misma talla que antes—bromeó tirando de su saco.

—Mis sinceras disculpas por haberte dejado con él.

—No es molestia, en serio yo...

—Laurence esta es una conversación de dos y tú no estás incluido—espete, apoyando al felino en el suelo.

—¿Qué-

—Con permiso—pase por su lado emprendiendo el camino hacía el parque a solo una cuadras.

—Espera, ¿a dónde vas?—inquirió confundido.

—¿Acaso no habías dicho de darle un paseo al gato?—hable sobre mi hombro.

—Pero-

—O caminas a nuestro ritmo o te quedas atrás. Tú decides.

Miau

—Traidor—masculló al ver a Bigotes contonearse y caminar a mi lado.

Pude oír sus pisadas aceleradas, y en segundos ya estaba a nuestra altura. Ninguno se atrevió a hablar, aunque estaba segura de que podía oír su mente trabajando en algo que decir.

Para mi desgracia, la plaza estaba aún más vacía y silenciosa de lo esperado, incrementando la incomodidad de la situación.

—¡Cuidado!—su mano se aferró a mi antebrazo tirando de él, y empujándome hacía el costado. SU costado mejor dicho, ya que la rapidez y fuerza del movimiento hizo que me estampara contra su cuerpo.

Dándose cuenta que estaba a segundos de insultarlo por lo que había hecho, dio un paso atrás y señaló el suelo. Sin embargo, mi atención no fue captada por el gran charco de agua que se extendía adelante mío, sino por la familiar banda de metal que decoraba su dedo anular.

—Por dios Theodore, deberías quitarte esa estupida sortija. 

—¿Por qué lo haría? Es de gran valor para ti, y  te he prometido que siempre lo cuidaría y lo llevaría conmigo, ¿recuerdas?

—Como si ahora te importarán las promesas—masculle, no pudiendo evitar la presión en mi pecho y el veneno en mi voz.

—Lyds-

—No—me aleje de él y seguí caminando.—Deberías quitártela, sino las personas creerán que estás comprometido y así nunca conseguirás una esposa.

—Que piensen lo que quieran pensar, no me interesa—continuó caminando a mi lado, manteniendo su respectiva distancia.

—Por supuesto que no. ¿Acaso algo si?

LITTLE WOMEN|| 𝑚𝑎 𝑏𝑎𝑙𝑙𝑒𝑟𝑖𝑛𝑒Where stories live. Discover now