4. Malentendidos

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Soñaba con una ducha lenta, dejar que el agua se evaporase y nublase el enorme cristal del cuarto del baño. Mojarme con el chorro hasta confundirme sin diferenciar mi parte humana y esa que a veces era un poco pez al tacto del agua. Después de horas de viajes una buena ducha era lo único que quería pero sabía que no iba a ser el caso ya que pese a no saberme el horario de cena probablemente al ser más tarde de las ocho de la tarde estarían esperándome hambrientos para degustar su cena de cada día. Debía aprender acostumbrarme al nuevo horario de comidas que no sería nada fácil pero quizás el jetlag que mi cuerpo estaba empezando a sentir cada vez más serviría para ayudar.

Con una mano fuera de la mampara transparente encuentro la toalla blanca que había dejado preparada para no mojar el suelo el cual nada más pisarlo hace que un escalofrío recorra todo mi cuerpo por completo. Apenas me llega un poco más por encima de la rodilla aquella diminuta tela de algodón según su etiqueta, cubre lo básico y ya me está entrando la morriña de mi enorme albornoz blanco que me había comprado hace un año más grande que mi propia talla para poder esconderme tras el cuando salía de las duchas empapada en lágrimas, porque sin duda en casa el momento del baño era ese donde paraba todo a mi alrededor y me daba cuenta de la realidad, de cómo mi madre no volvería y lo monótona que se estaba convirtiendo mi vida entre hojas de estudio. Paso la mirada por todo el cuarto de baño en búsqueda de la toalla para el pelo frenando así los recuerdos que golpean la puerta pidiendo entrar pero que no voy a dejarlos. Me prometí que si conseguía esta beca cambiaría todo aquello que detestaba de mi vida y así lo hago, no pretendo cambiarme al completo como para que cuando vuelva a Galicia no me reconozcan sino hacer lo suficiente para ser la de siempre.

Echando la cabeza hacia abajo con la punta de mi pelo enredado rozando el suelo lo envuelvo en una alta torre levantándome poco a poco para volver a ponerme erguida. Cojo la ropa interior y enrollada aún a la toalla curvo mi espalda para levantar una pierna y después la otra pudiendo así subir las fina tela del tanga hasta tapar todo aquello para lo que está ideado.

-Joder que puto calor haz...-la voz se frena al final de la frase.

Mi garganta suelta un grito ahogado que me lleva instintivamente a sujetar con fuerza la toalla en mi pecho para evitar que se deslice. El chico del tatuaje en el cuello me mira de pies a cabeza analizando mi figura ladeada a él, para después mirar el que hace un rato me ha avisado que era su cuarto de baño y me ha aconsejado no usar dándome casi un pase directo al otro lado del pasillo.

- ¿Qué cojones haces? - dice arrugando su frente con la mano aún en el pomo de la puerta y el vapor saliendo rápidamente de allí.

-Eso digo yo, puedes llamar a la puerta ostias- digo soltando la palabrota en español mientras noto mi pecho subir y bajar rápido.

-Te he dicho que te vayas al otro, ¿no pillas las indirectas o qué tía?

-Mira, perdona que te diga pero te vas tranquilizando alteza que por compartir cuarto de baño con la plebe usted no se va a morir, para tu desgracia y la mía no tengo la peste o algo parecido que seguro que sería más fácil de llevar que la convivencia contigo.

Parpadea ante mis palabras, es la segunda vez en menos de dos horas desde que nos hemos conocido que le he plantado cara y por lo que su rostro muestra no es que muchas chicas suelan hacerlo. En sus labios se empieza a dibujar una sonrisa burlona que ya avisa de la siguiente dentellada que va a lanzarme.

-Bueno, lo mismo si esta son las vistas no está mal.

Gruño sin saber que responder a su comentario, sintiendo que es un alago y debería dar las gracias pero a la vez la rabia me arde por el pecho porque no le he pedido su opinión respecto a mi cuerpo envuelto en una toalla. Para mi desgracia con esta diminuta toalla mi figura queda bastante marcada, pero con mi albornoz me siento como un saco de patatas andante con el nudo como la toalla de la cabeza.

Un amor de ida y vueltaWhere stories live. Discover now