Un amor de ida y vuelta

31. El final de una relación

- ¡Eva salimos en cinco minutos al aeropuerto! - La voz de Ann me avisa desde las escaleras que debo terminar de despedirme de aquellos que han venido a pasar los último minutos conmigo.

Zac me mira apoyado en el armario con sus brazos cruzados, esperando a que Giulia salga de la habitación antes para poder despedirnos en condiciones. Cuando les dije que me iba hoy ambos pidieron estar presentes hasta el último momento, pese a que me negué por el nerviosismo que ya llevaba yo sola fue absurdo. Al menos he conseguido que no vengan hasta el aeropuerto, algo que no ha sido nada fácil, más bien ha influenciado la opinión de Bemus donde apoyaba mi idea de que si venían podía llegar a perder el vuelo. Se quedarán aquí en Oakland, más bien en casa de Zac donde Miley irá con ellos tras acabar su primera jornada de trabajo por Navidades. Probablemente harán un maratón de Friends que tanto le gusta a Miley y Zac para ayudarle a olvidarse de mi viaje, aunque dudo que lo consigan.

-Bueno, está bien, voy yo primera en la despedida, pero que sepas que me quiere más a mi Zaqui- se queja Giulia levantándose de la cama para acercase hasta mí señalando a Zac con su dedo acusador.

-Lo que tu digas Giugi.

Sonríe de lado guiñándola un ojo mientras que Giulia se acerca hasta mi quedando frente a frente. Cuando veo a la chica italiana que me ha acompañado durante este inicio de curso me olvido de la presencia del que es mi pareja y dejo que sus ojos marrones me absorban por completo. Se ha convertido en alguien de confianza, un apoyo para cuando me sobresaturaba la vida. Nunca podré estar lo suficientemente agradecida a que ambas tuviésemos poco manejo del idioma que nos llevase a perdernos en la primera clase donde acabamos en la cafetería que ya se ha vuelto como nuestra segunda casa, después de la universidad. Tan poco nos bastó para confiar la una en la otra, volvernos en gran medida inseparables ya que ambas sabíamos que era todo lo que teníamos aquí porque por supuesto que Zac es mi novio y su amigo, pero el tiene el privilegio de vivir aquí por lo que jugaba con ventaja también para nosotras. Me agarro con fuerza al cuerpo de mi amiga cuando esta pasa sus brazos por mi cuello dejando que los míos se refugien en su espalda que acaricio con cariño.

-Hueles a vainilla- río olisqueando su cuello.

-Me he puesto mucha colonia para pegarte un poco de mi olor y con suerte cuando llegues a España sigues oliéndome- ríe ella junto a mi oreja.

-Ten claro que te voy a seguir oliendo aunque pasen días.

Ambas reímos disimulando nuestras ganas de echarnos a llorar. Nos separamos poco a poco agarrándonos de los brazos para acabar en nuestras manos que se anudan con fuerza. Ha sido la mejor amiga que he podido encontrar en Oakland, y si algo tengo claro es que volvería una vez más y las que hiciesen falsa para conocerla a ella.

-Nos vemos a la vuelta Eva- sonríe dejándome un beso en la mejilla.

-Por supuesto, en cuanto vuelva empezamos a organizar nuestro viaje de verano a Italia, ve preparándote y avisando en casa.

Sonrío al sentir como suelta mis manos cuando la guiño un ojo, afirmando con la cabeza en respuesta a mis palabras. Sale de la habitación sin decir mucho más, en cuanto salga del cuarto con Zac la veré en el jardín donde dejaré a ambos atrás de camino al aeropuerto. Miro a Zac que tiene las manos en los bolsillos de sus vaqueros y mira el suelo aún apoyado en el armario de mi habitación. He dejado un par de cosas en ese armario para convencerme a mi misma que debo volver aunque me cueste ya sea por tener que hacerle frente de nuevo a esta realidad o por tener que alejarme de mi padre y Lúa, pese a que me digan que estarán bien sin mi, yo no lo estaré sin ellos.

-Esto es una mierda y te odio por ello, que lo sepas- murmura alzando lo suficiente la cabeza para mirarme a través de sus pestañas.

-No lo hagas más largo y seguro que se te pasa pronto- bromeo acercándome un poco a él.