EXTRA

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POV's Hugo 

¿Cómo era capaz de cagarla tantas veces? Había dejado que Eva entrase en mi vida yo mismo y tanto como se acercaba yo la empujaba hacia fuera sintiéndome culpable por tenerla a mi alrededor. Si desde el primer momento me hubiese portado como debía haberlo hecho con ella nada de lo sucedido hubiera pasado, estaríamos ahora mismo en un punto intermedio en nuestra relación o incluso podría ocupar yo el papel que tiene Zac en su vida. Todo por negarme abrirle las puertas de mi muro, sin ser consciente de que eso no funcionaría con ella, que se encargaría de derruirlo como me había dejado bien claro en la fiesta de Halloween donde fui incapaz de perderla de vista, nadie podría haberlo hecho de haberse fijado en ella y es que no era por lo absurdamente guapa que iba con el disfraz, sino por la felicidad que desprendía a cada paso que daba. Sin embargo no fue hasta que la vi junto a otro que no era mi mejor amigo que me acerqué a ella alejándome de mi propia prisión llamada Sophia Thompson. 

¿Por qué mi tiempo de reacción es así? Si me hubiese acercado antes allí y en tantas otras ocasiones que sabía bien que ella estaba pendiente de mí, todo hubiese sido bien diferente. Pero mi pasado no me deja. 

Cierro los ojos sentado en el suelo con la espalda sobre las patas de la cama, hace un rato que he oído el pitido del Audi de Zac, ese que antes sonaba a diario para venir a por mí. Cuando estaba Haley porque desde que nos dejó todo fue diferente, la relación entre Zac y yo se enfrió, se volvió distante pese a seguir siendo mejores amigos y es que cada uno tiene su mundo, no como antes donde todo era vivido por ambos y ella, Haley. Miley fue quien intentó que no nos alejáramos y si hoy en día seguimos pudiendo vernos durante más de un par de horas es gracias a ella que se esforzó por ello, y creo que la ayudó, la hizo bien para reconciliarse con el pasado y cumplir la misión no escrita de su hermana. 

Un soplido de aire se escapa de mis labios porque nuevamente volvemos a estar en una encrucijada, una chica entre nosotros y no una cualquiera, sino Eva. Le comenté a Zac que vendría, todo lo que mis padres me habían contado sobre ella, no sé porqué tuve miedo de convivir puerta con puerta con alguien de mi edad, o más bien lo sé, y es que me aterrorizaba que mi personalidad la pudiese asustar, no quería ser un capullo con alguien a quien no conocía y cuando la vi llegar a casa con mis Ann y Bemus, la ternura de sus ojos y ese rostro delicado que parecía de mitología griega, supe que no podía ser ese Hugo que siempre mostraba a todos como fortaleza para mi mismo y de igual manera lo hice, me presenté como un imbécil en el último momento huyendo de la puerta de entrada. Hice que mis muros se elevasen el doble y decidí ese día que la iba alejar de mi por su bien.

Ahora estaba pensando lo mismo, habíamos discutido antes de que se encerrase en su habitación y yo en la mía, y desde entonces no había vuelto a oír ruido alguno por su parte. Mi música era tan solo un susurro desde la pelea y si quiera sabía ya que era lo que sonaba así que vencido por el cansancio me levanto para parar el reproductor dando lugar al silencio absoluto. El trastabillo de puertas cercanas a mi cuarto me hace saber que hay alguien en movimiento en la casa, con un movimiento de muñeca echo una ojeada a mi reloj de muñeca comprobando que aún es imposible que se trate de Ann ya que suele trabajar hasta tarde y Bemus se encarga de pasar los viernes con mis hermanos en el parque dejando que socialicen. Solo puede ser Eva o algún ladrón, cosa que descarto. Me paso las manos por el pelo revolviéndolo, pensando que es lo que debería decir para pedir perdón por mi mal comportamiento, soy un manojo de nervios porque las disculpas no son mi fuerte. Agarro el pomo de la puerta con fuerza antes de girarlo y salir de la habitación, me doy un segundo más para recolocarme el pelo y entonces me abro paso por el pasillo viendo como la luz del baño me guía hasta mi objetivo.

Un amor de ida y vueltaМесто, где живут истории. Откройте их для себя