13. Varias promesas

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Odié la segunda semana más que la primera, había intentado hacerme con mis propios apuntes pero tras dos días luchando con el lío de las hojas en sucio me di por vencida. En clase las cosas no iban a mejor, Zac se limitaba a llevarme de un lado a otro sin dedicarme más de las palabras necesarias, mientras Giulia me recordaba siempre que se acabaría redimiendo tarde o temprano porque según ella aún seguía mirándome con esa cara como la que trajo supuestamente el primer día que ambos entramos perdidos a clase. Cuando estaba en casa intentaba distraerme de mi primer drama universitario pasando tiempo con Moon y Cameron que por si aún me quedaban dudas me trataban completamente como una hermana más, al contrario que su hermano mayor el cuál seguía con sus miradas absurdas analizando mis movimientos incluso cuando se pensaba que no me daba cuenta. Estaba empezando a estar cansada de aquella absurda situación por completo donde lo único que quería era retroceder en el tiempo y quedarme en Galicia junto a mi padre y Lúa, la cual llevaba toda la semana contestándome con la misma tardanza que yo lo hacía, y no por la diferencia horaria sino porque estaba demasiado ocupada con su supuesto nuevo trabajo que me contó el domingo cuando hablé con ella. La realidad era que el trabajo la consumía tiempo, pero también el chico que estaba pretendiendo que solo fuese un ligue más. Nunca me lo confirmaría aquello y aun así yo lo sabía de sobra.

Hoy jueves nos habían avisado sobre las clases prácticas que tendríamos mañana, usando improvisación ayudándonos de las situaciones que el profesor nos propusiese. Quería ver cómo nos desenvolvíamos y más bien era algo de experimento para saber que tan bien salía aquello. Giulia ya me había pedido al salir de clase que si de formar parejas se tratase no la dejase sola bajo ningún concepto y tras ello se despidió dándome uno de sus fuerte abrazos, sin duda pareció tímida el primer día de clase pero la realidad se alejaba mucho de aquella imagen ya que ahora la tímida lo parecía yo. El Audi de Zac no estaba lejos por lo que no tardamos en montarnos en él para hacer ese camino que duraba quince minutos pero ahora con la tensión se asemejaba a cinco años de ida y otros de vuelta.

Mis ojos se centran en la ventanilla mirando como pasan los mismos edificios de siempre dejándolos tras de nosotros uno tras otro. La mirada de Zac cayendo sobre mí hoy más de lo normal me inquieta haciendo que me remueva en el asiento sintiéndome completamente analizada por sus ojos olvidándome a ratos del camino que tomamos y para cuando quiero caer en el desvío que tomamos es tarde.

- ¿Se puede saber a dónde me llevas? - pregunto frunciendo el ceño.

-Es un atajo.

Su respuesta dispara mis cejas haciendo que me cruce de brazos ladeando mi cuerpo hacia él, estas son las primeras frases largas que nos dirigimos el uno al otro desde el lunes porque otra cosa que ha cesado esta semana han sido sus vueltas en su asiento para hablarme antes que comenzase la clase.

-Si esto es algún tipo de secuestro desde luego que te va a salir el tiro por la culata, que lo sepas- informo indignada.

En sus labios se contiene una pequeña sonrisa que lucha por no mostrarme. El enfado en mi cuerpo se relaja tras ver su expresión, después de todo resulta que está tramando algo y Giulia terminará teniendo razón sobre lo que me lleva diciendo toda la semana.

-Está claro que si quisiese secuestrarte ya lo habría hecho el primer día que te montaste en el coche, también habría asegurado las puertas y no estarías tan libre de movimiento como para poder hacerme perder el control ahora- me mira de refilón, de pies a cabeza sus ojos se mueven por mi cuerpo.

Ruedo los ojos volviendo a colocarme en una postura normal en el asiento, pero ahora muevo mi piernas para imitar la postura cruzada de mis brazos. Intento poner mi rostro más serio ante aquella situación aunque me parece divertida solo por el simple hecho de que tiene razón y que esa estúpida sonrisa callada en sus labios ha acabado en una torcida que me pone de los nervios.

Un amor de ida y vueltaWhere stories live. Discover now