21. Líos mentales

406 34 10
                                    

Cuando el profe da por terminada la clase práctica de hoy suspiro frotando mi cara. Apenas acaba de empezar esta semana y ya se me está haciendo cuesta arriba por no hablar que en seis día estaré de nuevo en una fiesta con los amigos de Zac y el dichoso hijo mayor de los Twist. Si de algo me arrepiento es de haber aceptado la invitación y haber comprado el disfraz a juego con el chico que no sabe nada sobre mi beso con uno de sus mejor amigos. ¿Podría salir algo mal?

-Creo que los lunes para ti son criminales- dice Giulia golpeando mi espalda cuando llegamos a nuestros asientos para recoger nuestras cosas.

-Has dado en el clavo, son una auténtica tortura.

- ¿Y esta vez existe algún por qué también o es sin motivo?- pregunta sentándose sobre mi mesa para quedar cara a cara.

-Siempre hay un porqué y lo sabes, no te hagas la sorprendida- hecho una mirada al asiento de Zac donde descansa su mochila aún.

-Vaya, vaya, ¿esta vez cuál es señora drama?

Hago rodar mis ojos para comprobar que Zac no se acerca hacia nosotras y si quiera lo diviso por la clase así que miro a mi amiga que se recoloca ese corto flequillo negro sonriéndome mientras espera con ansia a que confiese que es lo que ha pasado esta vez y que por supuesto no será lo que ella cree porque en sus ojos veo perfectamente como se espera a que le confirme que Zac y yo fuimos por fin más allá, pero para su desgracia y la mía fue todo lo contrario.

-Nos pilló Hugo en el coche- murmuro acercándome a ella con disimulo.

- ¿Qué? Vaya esa ha sido buena, siempre aparece él eh. Pero joder Eva, ¿en el coche? ¿Dónde narices estabais para que os viera?

-Frente a la casa de los Twist- suspiro con culpabilidad.

Cada vez que pienso en cómo acabamos en aquella situación en aquel sitio tengo más claro que Hugo me salvó de una buena para más tarde meterme en otra peor. Aún sigo sin comprender porqué me tuvo que besar.

-Espera, espera, pero eso no es todo- señala mi cara mientras gira su dedo acusador-. Mírate, tu cara lo dice todo Eva por favor es que eres como un libro abierto con tus gestos.

-Tienes razón, no, eso no es todo claro que no. Ojala hubiese sido todo- me quejo rodando los ojos para apoyarme en la mesa junto a ella que aún me mira expectante.

-No me digas que te montaste un trío con ellos, joder sabía que Hugo podría ser capaz e incluso Zac pero tú. Madre mía Eva por favor, aunque bueno claro está que ambos- empieza hablar rápido mientras yo abro y cierro la boca comprendiendo todo lo que dice.

-¡No, no Giulia por favor no hicimos ningún trío!- exclamo más alto de lo que me hubiese gustado.

Mi amiga frunce su ceño mientras que yo sonrío aparentando normalidad a aquellos curiosos que nos miran ante mis palabras y donde veo a Zac que se encuentra en la puerta despidiéndose de los chicos con los que le ha tocado hacer la práctica. Me mira con su ceño fruncido sin comprender que es lo que me pasa y yo noto mi cara arder, si en estos momento pudiese tragarme la tierra lo agradecería. Me apresuro a recoger mi mochila lo antes posible para salir de allí lo más rápido a poder ser. Cuelgo una de las asas en mi hombro oyendo a Giulia hablar sobre todas aquellas cosas que podrían haber pasado a parte de la escenita del coche, pero para cuando me giro sobre mis propios pies dispuesta a salir de clase topo con el esbelto cuerpo del chico que me gusta, el mismísimo Zac Efrin me coge del brazo para que no caiga ante la sorpresa que me causa tenerle tan cerca de pronto.

-Ey, ¿todo bien? -dice en un tono de voz tranquilo examinando mi rostro.

-Si, perfecto.

Intento continuar con mi misión de irme de clase pero su mano agarra la mía cuando doy dos pasos haciendo que gire sobre mi misma quedando de cara a él de nuevo y con Giulia detrás suya contemplando la escena con su bolso sobre la mesa.

Un amor de ida y vueltaWhere stories live. Discover now