8. Una pizza con sorpresa

379 36 6
                                    

-Eva cielo- la voz de Ann interrumpe la melodía de Dopamina de Chica Sobresalto justo cuando el beat va a estallar retumbando en mis oídos a medio volumen-. Perdón si interrumpo algo, solo venía a decirte que Bemus y yo vamos a aprovechar esta noche que tú justo acabas de empezar el curso y bueno mañana yo no trabajo para salir fuera juntos, él y yo, solo quería pedirte si puedes encargarte de los pequeños esta noche como excepción.

-Oh por supuesto, faltaría más- me levanto de la cama corriendo para acercarme a ella que descansa junto a la puerta medio abierta-. Iros sin problema por mi parte, yo me encargo de ellos dos tranquilos.

-Gracias, mil gracias, hija- dice cogiendo mi mano sonriente.

La palabra hija pronunciada por una voz femenina hace que mi estómago salte dando un triple salto mortal al recordala, la mujer que me dio la vida y la última en llamarme con ese tono de cariño en su voz que tantas veces me arrepiento de no haber grabado en notas de voz junto con otras miles de palabras porque sin duda es verdad que solo muere aquel que no es recordado, pero cada vez voy recordando menos como era su tono de voz al regañarme o la risa a la que otras tantas me acababa uniendo hasta acabar llorando por ello. Trago saliva conteniendo todas y cada una de mis lágrimas afirmando con mi cabeza junto con la mejor sonrisa que soy capaz de poner en el momento.

-Oh, ¿todo bien? - pregunta rápida Ann que con su instinto materno nota todas las emociones que luchan en mi cuerpo por ver quien domina.

-Si, si, por supuesto. Bueno solo tengo una pregunta ¿Hugo estará en casa?

-Eh...si, supongo- dice dudando-. La verdad que no lo sé, pero no te preocupes por él porque si se queda hoy en casa no te molestará ahora le avisaré para que cene cuando quiera y no os moleste ni a ti ni a sus hermanos.

-Vale, perfecto. Gracias Ann.

Su sonrisa tierna hace que vea nuevamente ese lado materno que muestra conmigo cuando hablo de alguno de sus hijos. Es una mujer preocupada por lo que pueda pasarle a su familia y ahora como ella ha dejado claro desde que pise su casa, soy una más y no puedo estar más feliz por haber acabado en buenas manos. Esta mañana con dos personas que me han hecho soltarme con tranquilidad en el inglés bailando con las palabras y ahora con Ann sintiendo el hogar que añoro.

-Pasadlo bien- la digo antes de que cierra la puerta.

Suelta una carcajada yéndose como una adolescente que va a asistir a su primera cita con el chico que le gusta desde hace tiempo. Aún guardan la chispa del amor entre ellos y eso es una de esas pequeñas cosas que hace que una siga creyendo en el amor, porque aunque pasen los años siempre vas a seguir enamorada del hombre con el que compartes vida. Esos eran mis padres que nada más acabar el instituto pasaron el verano de sus vidas cada uno con su particular grupo de amigos y una de esas últimas noches de fiesta antes de empezar el curso se conocieron, empezaron a tener una relación extraña con citas en los momentos donde ambos dejaban de lado los estudios y así siguieron siempre hasta tenerme a mí que tampoco les cambió mucho porque su amor no era de esos caducos o que con el tiempo al tener hijos las peleas les consumen sino que hasta el último día se quisieron y así sigue siendo para mi padre que espera encontrarla en otro lugar en otra vida para repetir la historia con todas y cada una de sus cosas.

Oigo como se abre la puerta cercana a la mía antes de que me dé tiempo a ponerme el auricular llegándome toda la conversación al completo entre Ann y el insoportable de su hijo.

-Hugo cariño, papá y yo salimos esta noche. Eva se ocupará de tus hermanos, ten cuidado con lo que hagas o digas y sobre todo trátala bien.

-Es la niñera no tu hija que parece que se te olvida joder- se queja Hugo y apuesto a que seguro que habrá hecho rodar sus ojos.

Un amor de ida y vueltaWhere stories live. Discover now