14. Improvisar en la vida

419 35 7
                                    

Desde que he llegado a clase Giulia no ha parado de preguntarme de todas las maneras posible que es lo que sucedió ayer. No la contesté a ninguna de sus preguntas por WhatsApp, solo la pedí que se esperara a hoy y según he llegado a clase bromeando con Zac sobre el paquete de chuches que me dio ayer que tan poco me ha durado, no ha despegado su mirada de mí esperando que con la mirada o con señas le dijese que hizo el chico de apellido extraño para que le perdonase tan rápido. Si quiera tenía que perdonarle nada, solo darle una oportunidad tras toda la palabrería que Hugo intentó meterme en la cabeza. He decidido que quiero descubrir por mí misma si soy ese tipo de chicas o si como Zac dijo, por un momento estuve bastante ciega para poder ver la realidad.

-Eva- dice Giulia cuando el profesor abandona la clase- ¿Me acompañas al baño? Es una urgencia de verdad.

Frunzo el ceño levantándome rápido ante su rostro de súplica, desvío por un segundo la mirada a Zac que mueve su mano en un gesto para dejarnos ir mientras se acerca hablar con los chicos que tiene delante suya. Sigo a Giulia por el pasillo hasta el baño viendo como casi tira de mi mano cuando me freno ante el compañero que entra a clase con su botella recién rellenada.

- ¡Giulia! - exclamo cuando cruzamos la puerta del cuarto del baño- ¿Se puede saber por qué tanta prisa? Si necesitabas venir con urgencia podías haber echado a correr que yo iba detrás.

-No es eso, estúpida. Me muero por saber qué es lo que pasó ayer. Ahora volvéis a estar como si nada, es alucinante ya te lo dije que volvería.

- ¿Enserio? ¿Esto era la urgencia? - contengo una risa en mis labios ante su movimiento desesperado de cabeza cuando se gira a retocar su pelo en el espejo- Está bien, te resumo en que me llevó a un sitio junto al mar y me pidió perdón, además de pedirme que le diese otra oportunidad. Bueno y me dio luego un paquetito de chuches.

- ¿Qué? - dice en un grito mirándome tras el espejo.

-Por dios Giu, se van a pensar que pasa algo, ni chilles.

-Es que eso ha sido muy mono. Yo pensé que te pediría perdón en el coche y ya está, nada de llevarte a un sitio especial para rogarte una segunda oportunidad.

- ¡Oye! Él no me rogó nada y no es una segunda oportunidad, más bien es...- muerdo mi labio indecisa, sabiendo que Giulia tiene razón ante lo que pasó ayer.

-Es que te pidió una segunda oportunidad para empezar de cero Eva. Te dije que el chico desde que entrasteis por esa puerta juntos ya tenía los ojos puestos en ti.

-Vale, acepto lo de la segunda oportunidad pero lo otro me niego.

Me cruzo de brazos apoyada en el pequeño muro que separa dos cuartos de baño de los cuatro que hay. He pasado todo el día de ayer pensando que fue lo que pasó en aquel lugar al que me llevó Zac así como intentando comprender por qué Hugo se puso de aquella manera diciendo que me haría cambiar de idea. Apenas llevo dos semanas aquí y ya tengo un lio en la cabeza que siento que va a mil por hora cuando me paro a pensar sobre los dos chicos que me han descolocado un poco mi vida. Me imagino a Lúa diciéndome "vaya, la que decía que por un chico no perdería la cabeza nunca".

-Tiempo al tiempo Evita, de momento una de las cosas que he dicho se ha cumplido. Esta también- me guiña un ojo y se gira apoyándose en el lavabo para mirarme.

-Será mejor que volvamos a clase- suspiro rodando los ojos.

Ella afirma con un movimiento de cabeza y ambas salimos del cuarto de baño mucho más tranquilas de lo que hemos entrado, o al menos ella que me ha llevado a rastras suplicando por una explicación. Cuando nos acercamos a la puerta del aula la profesora nos mira junto a la misma sonriente, indicándonos con un movimiento de cabeza que pasemos antes que ella para sentarnos en lo que recorre el breve camino a su mesa.

Un amor de ida y vueltaWhere stories live. Discover now