23. Hora de dejar de ser una pareja mediocre

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El cambio horario era algo que no llevaba nada bien. No es que no estuviese acostumbrada a él sino que tener a mi amiga a kilómetros de mi y tener que contarle demasiadas cosas hacían de las noches pocas horas productivas para dormir ya que cuando quería abrazar el sueño sonaba mi despertador con el tiempo contado para poder llegar al coche de Zac que pese a lo ocurrido no volvió hablar del tema ningún día más. A Lúa apenas se lo dije empezó a soltar todas las barbaridades que se le ocurrían contra Hugo, maldiciendo a los bad boy's como le gustaba llamarlos a ella y pidiéndome que no me alejara de Zac. Mientras Giulia por otra parte creo que aún sigue asimilando el que yo me haya estado besuqueando con Hugo como dice ella pese a que la he insistido varias veces que solo fueron dos besos contados, aunque vaya dos besos. Igualmente no se ha pronunciado sobre Zac y ahora que salimos de clase antes del fin de semana que va a ser una completa locura con la fiesta de Halloween mira a Zac varias veces comprobando que se encuentra a una distancia prudente para poder hablar del tema sin que se entere.

- ¿No lo sabe no? - pregunta mirando de reojo a Zac que se ha acercado hablar con Miller pidiendo que le esperemos.

-No, por supuesto que no. Si lo supiese yo no estaría aquí precisamente- la recuerdo que él es quien me trae y me lleva y a quien estamos esperando ahora mismo.

-Yo bueno, o lo mismo habéis establecido alguna relación de tres o incluso una abierta que eso se lleva mucho ahora- me afirma agarrándome del brazo.

- ¿Qué? ¿Por qué piensas eso? Si quiera Zac y yo somos algo claro como para poder estar con terceros.

-No sé, solo digo porque la verdad pensé que eras más reservada, o tímida pero estás hecha completamente un cliché con patas salido de una película- ríe tapándose la boca para disimular un poco.

- ¡Giulia no ayudas! - me quejo exasperada soltándome de su brazo para salir de allí y poder tomar aire.

Empujo la puerta de salida de la universidad olvidándome que teníamos que esperar dentro, lo que menos necesito es seguir encerrada allí viendo como Zac bromea con Miller como si nada hubiese pasado con su mejor amigo para que luego venga y me de un beso. No le culpo porque para él en realidad no ha pasado nada, y no tendría que haber pasado nada con el imbécil de Hugo. Si quiera se ha acercado a preguntarme por el casco desde aquel día. Probablemente lo haya visto en mi cuarto, pero tampoco ha hecho la intención de cogerlo cuando yo no estaba o de ordenarme que se lo devuelva. Ahora vuelvo a no existir, aunque a diferencia de las otras veces no hace por esquivarme, simplemente me mira dejándome la rabia y quizás el dolor de mi insistencia, pero ni un perdón, ni un lo siento. Nada desde que me dejó tirada en aquella torre por no querer ceder.

-Eva, espera, espera. Lo pillo, me callo ya- se acerca Giulia tras de mí haciendo que cierra su boca.

-Se agradece, porque te lo he contado para que me intentes ayudar o dar algún consejo. Debería haberme callado.

- ¡Ey! -se queja alzando las manos olvidando que había cerrado su boca- Para una cosa que me cuentas por tu propia voluntad y no porque yo insisto ahora no te arrepientas encima. Eva mira si quieres mi opinión te la daré, ¿vale?- suspira girándose hacia la puerta de salida para asegurar que no la va a oír Zac- Zac es muy buen tío, te fue a buscar cuando te dejó tirada en aquel sitio el otro, y bueno, puede que se portase algo mal en vuestra pequeña excursión a su instituto, pero todos a veces hacemos esas cosas sin quererlo así que...- dice dejando la frase al aire para que yo misma la cabe como quiera.

Bajo la cabeza a mis pies escondiendo mis manos en los bolsillos de mi chaqueta. Tiene razón en lo que ha dicho, Zac no se ha portado mal, todo lo que ha hecho y dicho por mí siempre ha sido bueno. Dejó a Say para salir conmigo o al menos plantear la posibilidad. Sin embargo hay algo en mí que sigue buscando ese desperfecto, el descosido del que tirar para encontrar el fallo y ver que Hugo es mucho mejor, pero no lo hay, si quiera Giulia ha hecho alegato por él justificando sus acciones.

Un amor de ida y vueltaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora