Un amor de ida y vuelta

24. Booh!

La guitarra de la nueva canción empezaba avisando del tema que iba a sonar, la voz de la chica no tarda en hacerse oír con el que es el estribillo, pero de forma suave para dar paso al resto de la letra. Hacía un rato que Zac y yo habíamos vuelto a la pista de baile con sus amigos y en ese momento aparecía Miley tirando de Giulia que de un codazo me llama ahora para gritar ambas a la vez la canción que sonaba "abcdefu" y cuyo estribillo nos sabemos ya que un par de día antes habíamos grabado uno de esos tiktoks que tanto le gustaba a ella hacer. Sonrío con la que se ha convertido en mi mejor amiga dejándome la garganta cantando a pleno pulmón con el resto de la gente que nos rodea, por un momento es como si solo estuviésemos nosotras dos odiando a todo el mundo y es que a veces me siento un poco así, siento que odio todo, o más bien que odio a la persona que no para de visitar mi cabeza con más frecuencia de lo normal sobre todo hoy donde la cuarta copa de alcohol me está haciendo estragos.

- ¡Que le jodan a todo! - grito sujetando la cara de Giulia cuando se acaba la canción.

-Eso es, aquí vamos a disfrutar nosotras dos y al resto que le den- sonríe agarrando mis brazos y juntando su frente con la mía.

La mano de Miley tira de mi amiga arrancándomela por completo y con una sonrisa traviesa junto a un lo siento que forma con sus labios me la aparta sin dejarme tiempo a queja alguno. Bufo al no poder seguir cantando con Giulia con la que me lo estaba pasando absolutamente bien en la fiesta, me giro buscando a Zac tras de mí, esperando verle en el último sitio donde le di un beso hace apenas unos quince minutos, pero no hay rastro de él, ni del tal Miller que se había acercado a saludar junto a una chica que se ha presentado como Lauren. Nos hemos dividido en parejas en la pista de baile para bailar y hablar a la vez quedando Zac con Miller, Miley con Lauren y yo con Giulia, pero ahora he acabado completamente sola rodeada de gente que no conozco para nada.

Me hago hueco entre la gente con el vaso rojo en mi mano derecha, empujo espaldas y a veces interrumpo en mitad de círculos de amigos, pero hago lo posible por ir a la cocina donde espero encontrar al que se ha convertido en mi novio o al menos a su amiga que no ha dudado en quitarme a la mía. Seguro que deben estar todos ahí reunidos recargando sus bebidas de alcohol y yo no me he enterado bien cuando me lo han dicho.

Antes de poder llegar a cruzar el umbral de la cocina un cuerpo se para frente a mí y me hace retroceder un par de pasos volviendo así junto a la muchedumbre que baila sin importar las horas y el cansancio que deben tener, todo con un poco de alcohol se hace más ameno. Miro a la figura que se ha interpuesto en mi camino y distingo a un bombero muerto que me sonríe de lado girando su cabeza para mirarme al completo. En ese momento hago uso de la chaqueta que llevo puesta y agradezco que Hugo tenga un par de tallas más que yo ya que me tapo al completo de su mirada para nada indiscreta.

-Oh vamos- se queja echando el pelo hacia atrás.

-Perdona, ¿me deja pasar? - me quejo intentando continuar mi camino siendo cortada de nuevo por él.

-Verás es que he visto que hay por aquí un fuego y creo que tengo que apagarlo antes de que se extienda- dice acercándose a mi colocando sus manos en mi cintura con cuidado.

-Por favor, eso ha sido muy clasista por tu parte, apártate antes de que te quemes- bromeo poniendo una mano en su pecho para apartarle.

-Creo que no me va a importar quemarme.

Su cara se acerca tan de golpe a la mía que cuando la giro con brusquedad noto un pequeño tirón en mi cuello, le empujo con más fuerza sin importar que caiga encima suya lo que quedaba en mi vaso y le miro enfadada. He dejado claro que no quería y ha vuelto a insistir, ¿qué demonios pasa?

- ¡Ey! Tampoco te pongas así nena- se queja separándose la camisa de tirantes del cuerpo.

-Déjame pasar por favor, quiero ir a la cocina- digo más seria, intentando mostrarme firme.