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Si le dieran un dólar a Yoongi por cada vez que había levantado su celular para ver si tenía alguna llamada de cierto pelinegro habría juntado lo suficiente para ese viaje a Italia del que tenía tantas ganas.

Había estado esperando dicha llamada por los últimos dos días. ¿Por qué JungKook no le llamaba? Dijo que necesitaba dos días y ya habían pasado dos días.

Yoongi estaba algo desesperado, disfrazaba la preocupación justificándose a sí mismo que simplemente tenía miedo de que la motocicleta no estuviera lista para cuando su hermano llegara.

Pero el universo sabía que la motocicleta realmente no le importaba en lo más mínimo. Simplemente quería escuchar su teléfono sonar y que al levantarlo fuera ese lindo chico.

Yoongi no sabía que le había gustado al instante, no lo aceptaba él mismo, simplemente no sabía por qué estaba tan preocupado en que no lo hubiera llamado.

Inclusive ignoraba los mensajes y llamadas de sus amigos en cuanto veía el contacto y se daba cuenta que no era ese número desconocido que estaba esperando.

Por esa misma razón era que se encontraba arreglándose para salir. Estaba dispuesto a ir hasta ese taller de motocicletas y averiguar el por qué Jeon JungKook tardaba tanto con el trabajo.

Se colocó un boyfriend jean, unas lindas calentas blancas con cerezas a los lados, sus tenis blancos favoritos y un suéter rojo con rosa tipo croptop que tenía unas mangas bastante largas. Peinó su cabello dejándolo secar naturalmente para que se esponjara y colocó algo de sombra en sus ojos, rubor y tinta en los labios. Tomó su celular y bolso y estaba listo para irse.

Decidió ir caminando ya que no estaba tan lejos.

En el camino iba pensando en que diría, ni siquiera estaba seguro, tan sólo se había duchado rápidamente en cuanto revisó su teléfono por última vez y no vió ninguna llamada entrante, había salido, secado su cuerpo y se había vestido bonito (como siempre) pero ahora se había preocupado más en los detalles pequeños, sobre todo el maquillaje.

¿Qué le diría cuando lo mirara?

Hola JungKook no sé si me recuerdas pero...

No, eso no.

Hola JungKook venía a ver si ya estaba la moto para llevármela

No eso tampoco, además ¿cómo se la llevaría? No sabía manejar motocicletas.

Cuando llegó estaba dispuesto a entrar por el local en el que JungKook le había mostrado las piezas, pero sus planes cambiaron al mirarlo hincado con algunas llaves de tuerca esparcidas por el suelo y las manos manchadas de grasa.

Estaba detrás de una motocicleta y esta vez vestía su overol de manera correcta con las mangas arremangadas.

Se quedó unos segundos admirándolo, llevaba una coleta y un mechón se le salía quedándole en el rostro, tenía el ceño fruncido y una expresión de concentración, los labios algo abiertos pero lucía tan atractivo que Yoongi quiso tomarle una fotografía de esa manera.

Se armó de valor y comenzó a caminar adentrándose al taller por la puerta principal que era un enorme zaguán negro muy alto que siempre estaba abierto dejando ver a los trabajadores. Una vez entró notó todas las miradas sobre él.

Sabía que lucía extraño en ese lugar pero poco le importó. Estaba muy concentrado en descifrar por qué todas las miradas que sentía encima no le importaban, por que a fin de cuentas la única que quería no se había percatado de su existencia en el lugar.

Una vez llegó se colocó frente a la motocicleta pero ningún sonido salía de su boca.

-Muévete -emitió roncamente el pelinegro sin apartar la vista de la motocicleta

𝑫𝑬𝑳𝑰𝑪𝑨𝑻𝑬 ❤︎ 𝙺𝙾𝙾𝙺𝙶𝙸 | 𝕥𝕖𝕣𝕞𝕚𝕟𝕒𝕕𝕒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora