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El sueño comenzaba a invadirlo de a poco, debía admitirlo, no había estado durmiendo bien los últimos dos días.

Dos días sin JungKook, no estaban siendo fáciles, lo extrañaba demasiado, pero no sabía si podía hablarle o qué podía hacer.

¿JungKook estaría enojado con él?

No sabía ni siquiera por qué había llegado ese sentimiento de culpa a su cuerpo, sentía que quizás no había sido lo mejor el irse de ahí, el dejar solo a su Guckie.

Y se había estado planteando que quizás sus acciones el día siguiente habían sido exageradas.

Ni siquiera habían hablado y él estuvo apunto de tirar a la basura todo lo que le recordara a su novio.

Pero después se había arrepentido, así que su peluche de conejo rosa, su chaqueta de cuero y las sudaderas de su novio habían vuelto a su lugar. Todo como siempre.

Incluso el cepillo de dientes que JungKook tenía en su baño seguía ahí, no lo había movido porque en el fondo, aunque tuviera el corazón roto, aún esperaba que siguieran juntos.

Que pudieran ser felices como lo habían sido durante el último medio año.

Por esa misma razón se aferraba a lo que tenía de él.

Salió de su baño después de cepillar sus dientes, llevaba sólo ropa interior y una de las sudaderas de su novio. La cuál olisqueó aferrándose a su aroma.

Caminó hasta su cama, pero antes de llegar a ella se asomó por su ventana, nunca creyó encontrar el auto del mayor al otro lado de la calle.

Sus ojitos se iluminaron por completo y casi soltó un chillido de felicidad. Pero se contuvo, no quería despertar a nadie. Se suponía que ya debería estar dormido.

Corrió a su closet tomando un pantalón de franela que había hurtado de su hermano y un par de tenis.

Abrió con el mayor de los cuidados la ventana y tomó su celular antes de comenzar a salir de su habitación.

JungKook al mirar las acciones del pequeño se acercó rápidamente al costado de la casa estirando sus brazos hasta que tuvo al menor en ellos ayudándolo a que llegara al piso.

-Estaba a punto de llam-

Los labios necesitados de Yoongi interrumpieron sus oraciones tomándolo de manera urgente por la nuca.

El menor estaba prácticamente colgado de su cuello, ni siquiera colocándose de puntas podía llegar a sus labios.

El beso parecía tan profundo que sólo abrazó por completo la pequeña cintura a la que sus extremidades estaban tan acostumbradas y ladeó la cabeza.

Saboreó sus labios, tan suaves y deliciosos que se planteó el cómo había soportado casi tres días sin ellos, el necesitar a Yoongi se sentía demasiado mal, saber que quizás el menor estaba mejor sin él.

Pero no, no lo permitiría, era demasiado egoísta como para dejar a Yoongi.

-Bebé -comenzó a alejarse un poco admirando la justicia que la luz de la luna le hacía a la pálida y brillante piel del pequeño rubio

-Perdón por irme así

El pelinegro estaba algo confundido. No pensó que Yoongi comenzara a disculparse con sus habituales labios abultados.

De hecho creyó que iría en vano, porque quizás el menor no querría verlo, y pensó que lo correría, la noticia que había recibido era algo grande, algo difícil de digerir.

𝑫𝑬𝑳𝑰𝑪𝑨𝑻𝑬 ❤︎ 𝙺𝙾𝙾𝙺𝙶𝙸 | 𝕥𝕖𝕣𝕞𝕚𝕟𝕒𝕕𝕒Onde histórias criam vida. Descubra agora