Yoongi siempre se regañaba mentalmente por ser alguien tan torpe, su última torpeza había sido arrollar la motocicleta de su hermano.
Nunca creyó que al tener que repararla cayera en las manos tatuadas de un sexy motociclista pelinegro.
☆TERMINADA...
-¿Te veré mañana? -preguntó Yoongi con esos ojitos tristes como en cada despedida
-Mañana estaré trabajando amor
Las maletas habían terminado de ser bajadas de la camioneta, pasaba de medio día en el hogar Min, no tenía mucho que habían llegado de nuevo a casa y la vida debía seguir su curso.
La familia se hallaba dentro de la casa mientras que la pareja conformada por el pequeño rubio y el motociclista estaban afuera frente al auto del mayor que se había quedado frente al garage toda la semana de vacaciones.
-Te voy a extrañar mucho -puchereó Yoongi aferrándose a su chaqueta
-También yo mi cielo, pero sabes que debo regresar al trabajo, dejé todo a cargo de Jackson pero a veces no es muy listo
Se inclinó a darle un suave beso duradero mientras acariciaba sus mejillas, las vacaciones con Yoongi habían sido intensas, en especial esos últimos dos días en los que le había abierto su corazón y le había confesado por fin ese horrible secreto vivido.
Jungkook sabía que debía abrirse también, y quería hacerlo, pero pensaba en toda la mierda en la que metería a Yoongi si lo hacía. En todo su mundo, el cuál la mayoría del tiempo no era tan bueno, o tan lindo para alguien como él.
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La primera semana de enero había pasado bastante rápido, Yoongi estaba algo triste al principio porque no podría ver a su novio, estaba tan acostumbrado a JungKook que saber que pasaría sus días sin él lo hacia disgustarse rápidamente.
Pero ese dolor fue despejado debido a las constantes horas y horas de poder salir con sus amigos, habían estado haciendo pijamadas, yendo de compras y contándose los últimos chismes de vacaciones.
Les quedaba una semana más para volver a la escuela y tenían opiniones divididas sobre ello. Por un lado querían volver porque la escuela a veces era divertida, llena de drama por doquier, pero no querían volver por todos los trabajos que sabían que los profesores asignarían compensando el "tiempo perdido en vacaciones".
Pero justo ahora Yoongi desbordaba felicidad. La segunda semana de enero cumplía dos meses con Jeon, dos hermosos meses que sabía que siempre recordaría.
Le parecía increíble lo rápido que había pasado el tiempo, y quería ver ya a su novio, no lo había visto toda la semana y no quería pasar su día especial lejos de él.
