𝑫𝑬𝑳𝑰𝑪𝑨𝑻𝑬 ❤︎ 𝙺𝙾𝙾𝙺𝙶𝙸 | 𝕥𝕖𝕣𝕞𝕚𝕟𝕒𝕕𝕒

♡︎23

Al salir de la casa de Moonbyul caminó rápidamente hacia su motocicleta.

Tenía esa sensación en el pecho de angustia, había dejado solo a su novio en su departamento y sabía de sobra que no le gustaba estar así.

La pequeña junta con el club había salido mal, pues se comenzaban a presentar problemas de territorio, problemas que se verían obligados a resolver lo más pronto posible.

Pero en cuanto la junta había terminado no pasaron ni dos segundos cuando JungKook ya estaba en la puerta del hogar sin siquiera haberse despedido de nadie, le urgía irse.

-¡Kook! -llegó a su motocicleta subiendo para colocar la llave y girarla -Oye espera

-¿Qué quieres? No tengo tiempo -su amiga rubia se había colocado frente a la motocicleta sujetándola para que no se moviera y captar algo de su atención

-Ya sé que necesitas irte pero este es un problema serio

-Moon, dejé a Yoongi sólo en el departamento -dijo pasando la mano por su cabello -Si despierta y no me ve ahí...

-Lo sé, pero también quería hablar de otra cosa contigo

Ambos quedaron en silencio unos segundos después de que un gran y cansado suspiro saliera de la boca del menor esperando la información.

-Necesito más dinero -lo miró con ese rostro un tanto apenado, no estaba siquiera mirándolo de vuelta, se notaba algo apenada y molesta

-¿Por qué no me lo habías dicho antes?

-No quería angustiarte, y estabas de vacaciones no quería arruinártelas pero ya me pidieron más y ya sabes que si no lo entreg-

-Lo sé -desmontó su motocicleta para avanzar hacia la rubia y atraerla a un abrazo -puedo transferirte

-No, ya sabes que no quiero el dinero de tu trabajo, es más fácil si me lo das en efectivo

-Bueno pues cuando sea la próxima carrera avísame ¿si? -recibió un asentimiento de la rubia y segundos después se despegó del abrazo

-Ve con cuidado, y salúdame a Yoonie

. . .

Al adentrarse a su departamento intentó hacer el menor ruido posible, lográndolo con algo de éxito.
Caminó hacia la habitación después de deshacerse de sus zapatos y chaqueta.

Pero su corazón se detuvo un momento cuando miró las sábanas revueltas en la cama completamente vacía.

Se detuvo en el umbral de la puerta mirando una y otra vez por si de casualidad había imaginado todo.

Pero no fue así, era real, Yoongi no estaba.

Se apresuró hacia la cama revolviendo las sábanas y después tomándose los cabellos de manera frustrada.

-Maldita sea -susurró molesto, más que molesto, molesto con el club, consigo mismo, con todo el mundo

Hasta que pudo escuchar un hipido proveniente del baño de su habitación.

Miró hacia la puerta que estaba cerrada pero no se veía luz dentro, aún así caminó rápido hacia el lugar abriendo con cuidado y encendiendo el apagador.

Ahí estaba.

Yoongi en la bañera vacía, tenía su pijama acolchado y caliente pero aún así encima se había colocado una de sus sudaderas y abrazaba con fuerza ese peluche de conejo rosa que jamás dejaba de abrazar.

Sus piernas estaban dentro de la gran prenda cubriendo por completo su cuerpo y su cabeza se ocultaba en sus rodillas.

-Mi cielo -le llamó cuando estuvo de cuclillas a un lado de la bañera, pero no recibió respuesta