Yoongi siempre se regañaba mentalmente por ser alguien tan torpe, su última torpeza había sido arrollar la motocicleta de su hermano.
Nunca creyó que al tener que repararla cayera en las manos tatuadas de un sexy motociclista pelinegro.
☆TERMINADA...
El día había comenzado bastante bien para Yoongi, quien estaba bastante emocionado por que por fin era viernes y por fin era el último día de clases para las vacaciones de invierno.
Estaba ansiando que el día terminara a pesar de que aún ni siquiera salía de su cama para comenzar a arreglarse.
En lo primero que había pensado al despertar fue, obviamente, su novio.
El miércoles después de aquel suceso en el asiento trasero del auto del mayor las cosas habían estado algo extrañas pero se había resuelto bastante rápido.
Parecía como si Yoongi simplemente hubiera cerrado con llave aquel episodio y lo hubiera aventado a lo profundo de su alma para no volverlo a tocar en un buen tiempo.
A JungKook le producía bastante curiosidad obviamente, pero al mismo tiempo no se sentía con el derecho de exigir sinceridad, sabía que no le correspondía cuando él mismo no se mostraba completamente transparente ante su pequeño.
Así que simplemente se iba a limitar a seguir queriendo a Yoongi y esperar hasta que estuviera listo para comenzar a hablar, y en quizás pensar en una forma de decirle lo que hacía, aquella parte que estaba oculta para el rubio.
Cómo le había dicho Moonbyul.
"Tarde o temprano se va a enterar, así que más te vale que mejor se lo digas tú. ¿Qué prefieres? ¿Que se moleste unos días y después lo deje pasar poco a poco? O que se entere por alguien más y te borre de su vida."
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Al llegar a la escuela saludó a sus amigos bastante emocionado y pensando en que JungKook había aceptado asistir a esa fiesta con él más tarde. Le había dicho que pasaría por él después de la escuela, irían a su taller y que después lo llevaría a comer para después ir a la dichosa "fiesta infantil" como le llamaba el mayor.
Sobre todo por que no le gustaba mucho convivir con gente menor, no porque no le agradaran sino por que simplemente la manera de pensar era bastante distinta y aunque quizás no era mucho, el ser seis años mayor que su novio sí influía en algo.
Una vez dentro de su salón de clases saludó a Sunoo quien le preguntó para confirmar su asistencia como hizo con el resto del salón quienes dijeron que igualmente asistirían.
Saludó a sus amigos quienes dijeron que sus parejas igual por arte de magia o algo parecido también habían aceptado acompañarlos.
Cuando llegó el profesor de cálculo comenzó la clase aunque el grupo de amigos nunca dejó de hablar de cualquier cosa que se les ocurriera.
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Las celebraciones de alumnos se escuchaban por los pasillos de la escuela, las clases por fin habían terminado y les esperaba un buen mes de descanso.
