Durante el juicio, Osmund insiste continuamente en que el único crimen de Sui Yuan es despertar la fuente de la oscuridad. Con el Santo Hijo protegiendo obstinadamente al elfo, el juez no lo condena a muerte. El ritual de purificación sigue siendo obligatorio, por supuesto, pero lo que viene después tendrá que esperar hasta que termine el proceso. Si se restablece su 'personalidad original', entonces el juez aceptará la solicitud del Santo Hijo, convirtiéndolo en el tutor de Sui Yuan. Si su naturaleza maligna aún permanece, entonces lo que le espera es una ejecución.
Todos los presentes aceptan en silencio este veredicto, incluido Sui Yuan, que simplemente está esperando una oportunidad para escapar y buscar la muerte.Como según la historia original, el equipo de seguridad dentro del santuario encargado de proteger a Nardred es extremadamente estricto, por lo que su única oportunidad. de escapar es durante el ritual mismo. Por lo tanto, Sui Yuan permite que el día de preparación para el ritual transcurra sin problemas y no se resiste cuando finalmente lo llevan al altar.
Los sacerdotes de la raza celestial están en formación, rodeando el altar mientras Sui Yuan está encadenado al medio de su círculo.Osmund, Aurora y los demás caballeros sagrados se colocan a cierta distancia del altar, a unos pasos de la única entrada del santuario. El tranquilo silencio está cargado de tensión nerviosa mientras la mirada de todos se fija atentamente en el ritual, esperando con la respiración contenida.
Los sacerdotes comienzan a cantar al unísono y los cuatro cristales que rodean el altar emiten gradualmente rayos de luz dorados y resplandecientes.
A medida que la magia de luz crea una barrera que envuelve todo el altar, las cadenas sagradas que unen a Sui Yuan se deshacen lentamente. Envuelto en magia de luz, un dolor insoportable como si su carne estuviera siendo desgarrada pieza por pieza quema a través de su cuerpo. Este nivel de agonía es exactamente el mismo que experimentó ese día, cuando se tragó la fuente de la oscuridad.
Apretando los dientes y empujando a través del dolor, los ojos de Sui Yuan se posan en el cristal que mira hacia el este. Según la historia, esa área es el punto más débil de la matriz. Cuando el Nardred original apostó su vida en su último intento de huir, inesperadamente logra reducir ese cristal a pedazos, provocando así que la barrera se derrumbe y el ritual falle. Ahora, tiene que apuntar a él para que la escena se desarrolle correctamente.
Con un gruñido bajo, una hoja negra se materializa en la mano derecha de Sui Yuan. La súplica sollozante de Aurora que él aguanta por un tiempo más es ignorada mientras corta los zarcillos de luz que lo alcanzan.
Blandiendo la espada afilada como una navaja, intenta inútilmente evitar que las interminables corrientes de magia se envuelvan alrededor de sus miembros. Poco a poco, avanza lentamente hacia el lado este del altar. Tan pronto como está a su alcance, cambia de objetivo instantáneamente, cortando el cristal en lugar de las cuerdas de luz alrededor de su brazo izquierdo.
"¡No es bueno!" Un sacerdote grita, pero su advertencia llega demasiado tarde. El cristal se rompe inmediatamente y la barrera se derrumba. Una sombra oscura atraviesa el santuario y se dirige directamente a la entrada. "¡Rápido, atrápalo!"
Sui Yuan siente que su poder regresa con toda su fuerza en el momento en que se aleja del altar. Aunque su cuerpo físico es débil por estar confinado por un período de tiempo, su magia por sí sola es suficiente para que él pueda resistir un poco.
Sin siquiera dedicar una sola mirada a los otros guardias que cargan hacia adelante para detenerlo, se dirige directamente hacia su oponente predestinado. La hoja negra choca contra el cetro dorado, produciendo un sonido agudo y resonante que resuena en todo el edificio al chocar. La anticipación brilla en los ojos de Sui Yuan, pero el otro hombre la ignora por completo.
