Bad Kind of Butterflies ━━ Lee Jeno

×4×

Sábado 08/06/2024 13:12 p.m.

Me desperté un poco temprano para terminar algunas pendientes y poder bañarme y prepararme para salir. Ya cambiada salgo de la habitación dirigiéndome hacia la cocina.

—¿Te vas?— Me pregunta jeno girándose cuando me escuchar llegar.

— Si, le prometí a heeseung que saldríamos hoy

Apoyo mi cuerpo en la pared guardando el celular en mi pantalón,

— Tengan mucho cuidado

Mientras me acerco hacia él le asiento dejándole un beso en la mejilla pero antes de que me alejara me toma del brazo y deja un beso en los labios.

— Mándale mis saludos— me sonríe

—Claro — le sonrío

— ¡No llegues tan tarde!

Lo escucho decir cuando salgo de la cocina

— ¡No lo haré!— le digo riendo, se parece a una madre.

14:15 p.m

Estaba esperando a heeseung, al cual lo tuve que estar llamando desde que llegue al centro de la ciudad porque no llegaba. Luego de tanto esperar lo veo llegar entre todas las personas que caminan por el lugar.

— ¿Enserio heeseung? — me quejo cuando se encuentra enfrente mio — ¿para que dices un horario si vas a llegar tarde?

— bueno, lo siento...me quedé dormido— admite con una sonrisa avergonzado.

— Entonces... ¿a dónde iremos?— le pregunto mirando alrededor

— Tenía pensando en ir al lugar de pastas que está en la esquina— propone, y como me agrada su idea caminamos hacia aquel lugar que mencionó.

Llegamos al lugar, que por suerte no se encontraba con muchas personas, una mesera nos dio la bienvenida, la cual agradecimos, y nos dijo que tomáramos asiento que pronto nos llevarían el menú. Como el lugar tenia enormes ventanales, heeseung me arrastro a unas de la única mesa que no daba a la calle. Cuando la misma chica que nos recibió nos entregó el menú él pidió por lo dos una pasta rellena diciéndome que hace mucho tiempo que quería probarlas, y como normalmente tenemos los mismos gustos en comida no me queje.

— Ah por cierto— hablo una vez que la chica se fue — jeno te manda saludos

— Oh, gracias. — sonríe — hace mucho que no lo veo

— trabaja mucho

— ¿sigue llevándote a la universidad?— le asiento — lastima que siempre llego justo a las clases — ambos reímos.

Al pasar una hora dentro de ese restaurante y disfrutar de la comida, la cual sinceramente estaba riquísima, decimos irnos por unos helados que tanto deseaba él, no sin antes agradecerles por la comida y de pagar obviamente.

En el camino encontramos un pequeño puesto de helados. Me dijo que iba a comprar dos helados y que lo espere en una de las bancas que se encontraba enfrente, donde hay una plaza. No hizo falta que me preguntara de que sabor quería mi helado porque siempre pido el mismo y siempre lo recuerda. Pasando los minutos lo veo acercarse con una sonrisa, mostrando lo feliz que estaba por el helado, realmente le encantaba. Al llegar se sentó a mi lado y me tendió una cucharita de plástico.

— pensé que seria mejor comprar el helado en pote — dice, untando helado en su cuchara

— por mi está bien— le resto importancia.

Disfrutamos del helado, aunque él lo disfruto más porque yo era un poco lenta pero tampoco importaba si él se lo acabara.

— ¿te acuerdas de ese niño que estaba con nosotros en el jardín?

— ¿Qué niño?— le pregunto confundida

— el que era hasta mas bajito que tú y tenía ojos claros

— no me acuerdo, pero ¿Qué tiene?

— ah, nada — ríe y lo miro mas confundida que antes— solo me acorde de
cuando nos conocimos y de pronto se me vino aquel niño.

— el helado te esta afectando lee— bromeo

— Si, de seguro... A veces se me vienen recuerdos de nuestros tiempos— mira a la nada, tratando de mostrarse pensativo

— lo dices como si tuviéramos 50 años

— ¿a caso no lo tenemos?

— claro que no!— se lo digo riendo logrando que él riera aún más fuerte

— a lo que iba, es que, a veces me quedó pensando en esos momentos que vivimos, y nos veo ahora cumpliendo con aquellas metas que nos propusimos aunque éramos demasiado pequeños— me mira sonriendo — y hasta me sorprende saber que aún seguimos juntos

— hee, en nuestros diez años prometimos estar siempre juntos sin importar lo que pase y sin importar quien nos rodee. Y te digo que yo no voy a ser la que rompa esa promesa.

Mira el pote del helado sonriendo pero a los segundos vuelve a mirarme.

— nunca voy a dejar de decir lo agradecida y feliz que estoy de que seamos mejores amigos

— ¿piensas que duraremos toda nuestra vida juntos?— pregunta junto con una mueca

— claro que si! pero, no pienses en el futuro y tampoco te preocupes por el, no te preocupes por aquellos que se olvidaron de nosotros. Solo, vivamos a pleno nuestro presente, ¿si?— él me asiente feliz, sonriendo ampliamente logrando que sus ojos brillen— no te preocupes hee, siempre voy a estar para ti.

— y yo voy a estar para ti sunnie— sonriendo lo abrazo.

Lo que restó de nuestra salida cuando nos levantamos de la banca solo consistió en caminar nuevamente hasta el centro, en donde nos separamos y cada uno se fue por su lado, no sin antes decir que nos avisaríamos cuando lleguemos a nuestros departamentos.