〈 FINALIZADA 〉
「 𝐒𝐓𝐀𝐘 𝐖𝐈𝐓𝐇 𝐌𝐄 🦋 」᎒ Sunhee y Jeno estaban más que perfectos en sus vidas, hasta que alguien se interpondrá entre ellos.
¿Está bien sentir mariposas revoloteando en tu estómago cuando ya amas a alguien?
❝ Después de lo que...
Detengo mi camino hacia la veterinaria cuando tengo una llamada entrante. Frunzo el ceño cuando "Mamá 💖" aparece en la pantalla junto al icono de videollamada. Ni bien contesto la llamada lo unico que puedo ver es oscuridad absoluta.
— ¿Hola, hija? — su voz suena, entonces es cuando me doy cuenta que no la veo porque piensa que es una llamada simple.
— ¿Qué haces ma?
— Hablo contigo hija
— Pero es una videollamada ma
— ¿Y eso que es? — puedo escuchar los gritos lejanos de mi padre diciéndole que corte la llamada. Quita el movil de su oreja para hacerle caso, puedo ver su rostro frustado y trato de no reirme.
A los pocos minutos me vuelve a llamar, no dudo en contestar y llevar el móvil hacia mi oreja.
— No quiero quitarte mucho tiempo hija, solo quería escuchar tu voz
— Yo estoy bien ma, ya sabes la universidad, la veterinaria...— pronuncia un "si, si" , la mantengo al tanto de todo por mensajes, bueno casi todo. — ¿Ustedes están bien?
— Si, todo bien. Haciendo las compras para las fiestas.
— ¿Tan pronto?
— Luego el tiempo pasa y no quiero hacer todo a último momento.
— Si eso te hace feliz ma
— ¿Vendrán a pasar la navidad jen y tú a casa?
— Tengo trabajo en la veterinaria en navidad ma, no voy a poder ir este año. — ni yo sé el porqué acabo de mentir.
— Oh, es una lástima. ¿Tampoco para año nuevo?
— Eso creo —digo un poco dubitativa.
— Que pena... Umm, te paso con tu padre porque debo seguir cocinando. ¡Te quiero hija!
— Te quiero ma, cuídate.
Papá habla del otro lado, nos saludamos, hablamos de cosas triviales. Él me pregunta por el estudio y yo le pregunto por su trabajo. Todo parecía ser una conversación normal, supongo que no escondí muy bien mi estado de ánimo.
— Hija ¿te encuentras bien?— pregunta del otro lado
—Si pa, estoy bien
Hubo un silencio entre los dos. No se en que estaría pensando él, pero nos conocemos demasiado bien como para saber cuando el otro miente o no está bien, y sé que se dio cuenta de eso. Pero a los minutos lo escucho suspirar.
— Bien, en la semana si podes ven a visitarnos, tu madre está como loca queriendo verte — sonrío imaginándome
— Yo también quiero verlos, voy a intentar desocuparme el fin de semana, pero no se lo digas a mamá — colgué la mochila en un solo hombro para poner algunos libros en ella que estaba llevando en mis manos durante todo este tiempo.
— No te preocupes será un secreto —de fondo escuché un grito de mi madre— bien tengo que irme o si no tu madre me matará — ambos soltamos una risa.
— Hablamos luego pa —él se despidió y cortó.
El sabor amargo no se va ni siquiera cuando ella corta la llamada.
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