×21×

86 6 0
                                    

Domingo 10/11/24 3:02 a.m.

Mis últimas semanas fueron agotadoras, todo gracias a las clases casi que llegando a su fin, por lo que el periodo de examenes están tan cerca; además las consultas en el veterinario, para la suerte de los dueños, han incrementado desde el mes pasado. Entonces yo llegaba al departamento de mi amigo con más cansancio que otra cosa.
Aunque hoy no era así.

Esta noche por más que lo intente no consigo dormir.

Como deseo tanto que este insomio desaparezca de mi de una vez por todas. No recordaba haber pasado tan mal en las noches donde no podia dormir.

Cansada de dar vueltas en la cama tomo el celular, a estas horas de la madrugada se me ocurren hacer cada locura y no puedo permitir hacerlo, y diciendo locura me refiero en llamar o mandarle mensaje a jeno. Seguramente este en su quinto sueño y por eso la opción del mensaje me es más accesible.
Miro el artefacto entre mis dedos como si fuera lo mas interesante y divertido en este momento. Dándolo vueltas, tratando de que no se resbale y caiga al suelo.

Sé que soy una idiota porque no debería de tratar de mandarle un mensaje, ¡claro que no!. Mi deber es buscarlo y hablarlo cara a cara. Pero sé que eso no sucederá pronto, no si su rostro desilusionado regresa a mi cada vez que pienso en él, destruyéndome aún más.

Levanto la mitad de mi cuerpo del colchón para quedar sentada, con mis pies en el borde. Mi pierna derecha se mueve ni bien toca el suelo, un tic nervioso muy habitual en mi.

" Hola jen, no se si realmente quieras leer algo que venga de mi parte. No aún. Pero tengo muchas cosas por decirte, y lo que más me importa ahora es decirte  que nunca quise herirte, te lo diria en mil idiomas si me lo pidieras. Lo lamento tanto. No tienes idea de lo tan frustada que estoy conmigo misma, si tan solo te lo hubiera dicho desde el día uno. Si todo hubiera ocurrido de una forma diferente, hoy no estaríamos así. No quiero perderte lee, no así. Perdóname. "

>>> enviar

Mi vista no se aleja del botón enviar, podría hasta pintarlo en una hoja con mis ojos cerrados y no fallaría en hacerlo con todos sus detalles. Miro ese maldito botón llena de esperanzas, aquellas que me dicen que si lo envío todo se solucionará porque él va a entenderme. Cuanto quisiera que eso fuera así.

Aún asi la cobardía es el 80% presente en mi y no me deja enviarlo. En cambio no duda en borrar cada bendita palabra, las cuales han tardado una eternidad en escribirse.
Duele ver como las borro, duele ver que no tengo el valor suficiente oara enviárselo. Duele estar sin él.
Duele no poder verlo ni abrazarlo.
Desearía estar con él y decirle que todo va a estar bien. Pero no lo estará. Ya no lo hará.

¿Por qué no puedo enviarlo?

Ni siquiera sé en que momento de la madrugada logré dormirme. Solo puedo sentir como el rayo del sol entra desde la ventana, totalmente confundida giro mi cuerpo al estar mirando hacia aquella luz. Intento recordar si antes de caer dormida abrí las cortinas, porque mi conciencia me decía no haberlo hecho en vez de eso las había cerrado.

Todo pensamiento alguno desaparecen de mi al ver a Heeseung entrar junto con una enorme sonrisa y una taza en su mano. 

¿Qué gran día, no? — sentándose a mi lado.

— ¿Es temprano?

Casi las 9 —lo dice como si fueran las doce del mediodía.

Heeseung! Es temprano — me quejo tapándo el rostro con las sábanas. 

Para nosotros es tarde — intenta destaparme pero ejerzo más fuerza, evitandolo.

¿Para qué?

Si no me miras, no te diré nada — me desafía.

Bien, dime —me rindo soltando un suspiro, descubro solo mis ojos encontrándome con su sonrisa triunfadora.

Compraremos algunas cosas y entre ellas tintura

¿Otra vez?

Si, necesito otro color —pasa sus manos por el cabello, alborotandolo.

Con razón no tienes neuronas, te las quemas con las tinturas —me dio una mirada, un tanto ofendido.

¡Kang Sunhee! —grita dejando la taza en la mesita al lado de la cama y comienza a destaparme.

— ¡No! ¡Oye!

No podría decir los minutos que estuvimos luchando, ambos tirando de las sábanas. Solo puedo decir que estas quedaron arrugadas y en el suelo. Incluso sabiendo que ninguno de los dos tiene en sus manos la tela, continuamos con nuestra "pelea". Solo hasta que casi me caí.

Casi me quedo sin acompañante —riendo me ayuda a acomodarme.— Bien, te espero en la sala — sin más sale de la habitación.

— Yo lo pago — formamos fila en el mercado cuando ya tenemos todo lo que necesitábamos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Yo lo pago — formamos fila en el mercado cuando ya tenemos todo lo que necesitábamos.

No voy a dejar que lo hagas sunhee

¿Por qué no? Estoy viviendo contigo, asi que debo de ayudarte con las compras. — la última persona delante nuestra toma sus cosas y sale de la fila.

Cuando quiere seguir negándose lo empujo lejos de la caja, sonriéndole a la chica que nos mira como si fueramos dos cosas raras, le entrego el dinero necesario para pagar todo lo que llevamos.
Heeseung trata de impedirlo varias veces pero yo agarro sus manos, en estas circunstancias parecemos dos niños peleando por el último dulce. Creo que asi nos ven todos los que entran al mercado.

Gracias —le agradezco tomando el vuelto. Ambos tomamos las bolsas y partimos hacia la salida.

Hee saca el seguro de las puerta de su auto, porque si suele ser olvidadizo en cuanto a donde lo estacionó se trata.

¿Quieres manejar? —me propone, acercándome las llaves.

No tengo la licencia —le recuerdo.

Oh, cierto — una risilla sale de él.

¿Lo dijiste para burlarte?

Claro que no! —intenta defenderse, pero lo conozco muy bien.

Mentiroso! — como si no le haya propinado muchos golpes el día de hoy golpeo su hombro antes de que salga corriendo al lado del conductor.

Bad Kind of Butterflies ━━ Lee JenoWhere stories live. Discover now