XXVII

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El cielo grisáceo se cernía sobre la ciudad, el invierno había llegado a Japón junto a una ola de lluvias y fríos frecuentes, las semanas pasaban curiosamente rápido para el pobre peliverde quien seguía un poco estancado en tratar de comprender las cosas que le habían ocurrido en los últimos meses. Para Setsuna en cambio, el tiempo junto a él había sido como una tranquila eternidad, antes de por fin recuperarse, durante los días que pasó enferma, se dio cuenta de algo que le resultaba un poco preocupante, a menos que tuviera cerca al peliverde, el tiempo que pasara le parecía aburrido y monótono, solo se sentía realmente entretenida cuando estaba junto a él.

Izuku por su parte, había estado en tensión constante desde que salía de su apartamento, iba a la academia y paseaba por las calles, solo podía estar relajado cuando estaba en su hogar, aunque llegados a este punto, el mismo comenzaba a dudar si era debido realmente a que era su casa o a la compañía que a sus ojos era indeseada de Setsuna y aunque el mismo se lo negaba mentalmente, en el fondo le agradaba no estar solo por fin.

Solo un par de meses quedaban para que la academia diera a los alumnos sus vacaciones invernales y lo que eso conllevaba, exámenes intermedios, más cosas en las que pensar para los alumnos y una fuente de estrés extra para Izuku, siendo el una persona que se tomaba a pecho sus estudios, el tener que mantener unas calificaciones estables con todo lo ocurrido en su vida desde que pudo entrar a la academia, pues... lo superaba.

Noches enteras de vela estudiando, tratando de mantenerse al nivel, quien diría que el poder acceder a una academia de prestigio supondría tantos problemas.

Al pobre pecoso ya se le notaba en los ojos la falta de sueño, que junto a su "noviazgo" con la chica energética y ¿necesitada? Digamos que tenía que estar al pendiente de mantenerse al punto con sus tareas y a la vez complacer a Setsuna en sus caprichos, tampoco tenía realmente muchas opciones, siendo ella no le emocionaba la idea de hacerla molestar con algo asi, menos mientras tenía que estar con tantas cosas a la vez.

Bueno, dándole la vuelta a la moneda, Setsuna, si bien no era de las peores estudiantes, su capacidad para estudiar era superada bastamente por el promedio de la academia, quería parecer calmada al respecto frente a todos, sobre todo Izuku, pero aún así se notaba en su temple que estaba inquieta, más de una vez Izuku se encontró con ella dormida en la mesa con los libros abiertos, y su conciencia no era capaz de dejarla ahí sin más, así que tenía que llevarla escaleras arriba a la habitación.

Llegaba a un punto donde dudaba si solo se estaba haciendo la dormida para que él la cargara, cosa que era cierta en algunas ocasiones, pero la mayor parte del tiempo si era culpa del cansancio y el estrés.

Aunque se notaba desde lejos el cansancio de ambos, algo que no a todos era evidente era que Setsuna lo estaba pasando bastante peor tratando de completar a tiempo sus tareas y estudiando para los próximos exámenes al mismo tiempo, cosa que se hacía notar más entre más avanzaban los días y las pruebas estaban más cerca, mientras que el pecoso poco a poco iba librándose de sus pesados deberes y soltando bastante carga de sus hombros, la peliverde estaba saturada, apenas era capaz de entender lo que explicaban en sus clases y la tarea se le dificultaba demasiado, las 24 horas del día se le hacían cortas tratando de mantenerse bien tanto en horario de sueño como en rendimiento.

Un par de semanas antes de los exámenes, Izuku regresaba a su apartamento tras haber terminado las compras semanales, apenas cruza la puerta es capaz de observar a Setsuna en la mesa del comedor, con dos libros abiertos y una pila de más libros a su lado, estaba tan centrada en sus cosas que no se dio cuenta o ignoro cuando Izuku abrió la puerta, cruzó, se quitó los zapatos y fue a acomodar las cosas que había comprado a la cocina, observando de reojo como Setsuna garabateaba números en hojas que parecían arrancadas de cuadernos mientras hablaba a murmuros para si misma, para Izuku era fácil ver lo estresada que estaba, quiera que no, estando tanto tiempo junto a ella, era simple ver el humor del que estaba solo viendo su forma de escribir, un poco a su pesar y después de terminar con las compras, Izuku se sentó junto a ella en la mesa. -¿Necesitas ayuda, Setsuna?- Una frase de tres simples palabras fue lo que le costó una noche de sueño.

Apenas al oírlo, Setsuna volteó la cabeza y asintió pesadamente con el cansancio grabado a fuego bajo sus ojos, ambos comenzaron una feroz batalla entre ellos, y los libros de texto. Izuku estaba ayudando a una chica un grado superior con su tarea, a más de mencionar que esa chica era su novia, si le hubieran dicho que eso le terminaría pasando quizás le hubiera sonado a fantasía, o a lo que es actualmente su tormentosa vida.

Ninguno de los dos pudo cerrar ojo por horas mientras continuaban con su trabajo, incluso pasada la media noche ambos continuaban leyendo y tratando de resolver el trabajo dejado por sus profesores, tras varias horas, y ambos con la misma energía que una batería de la década pasada, subieron a la habitación donde ambos cayeron sobre la cama como ladrillos, sin moverse en lo más mínimo hasta el amanecer.

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Remontandonos un par de horas atrás, en una casa bastante más grande y lujosa, Yui se encontraba en la mesa de un gran comedor mientras terminaba sus tareas, a diferencia de la mayoría de estudiantes, su temple era calmado y su expresión parecía de aburrimiento, la facilidad con la que completaba los problemas era digna de una genio, aunque a sus ojos, eran simples piedras en su camino, la meta era Izuku y no iba a dejar que unas pocas páginas de papel con números le arruinarán eso.

Ni eso, ni nadie iba a impedirle recuperar a su novio.

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Dos meses casi tres pero ya volví a actualizar, yeah.

Y con un capítulo de mil palabras como no, hace bastante que no hago un capítulo tan... de duración decente.

En fin, hasta la próxima banda, se me cuidan y usen su cubrebocas

En fin, hasta la próxima banda, se me cuidan y usen su cubrebocas

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MI Izuku Where stories live. Discover now