Epílogo

2K 267 96
                                    

-¡Jiminssiiiii!

Escucho el grito exagerado de Jungkook desde el baño.

-¿Queeeeé?- Respondo en otro grito alargado, no es que seamos unos escandalosos pero nuestra casa hace tiempo dejó de ser un pequeño apartamento y ahora esta es nuestra forma de comunicación a distancia.

-¡Bebeeeé alcanzame la ropa que dejé en la cama porfi! ¡Sino salgo como Dios me trajo al mundo!

-¡17 años Jeon! ¡17 años de relación y todavía no aprendes a llevarte el bendito calzón al baño!- refunfuño mientras voy recogiendo sus cosas para alcanzárselas como hago cada día sin excepción.

Entro al baño y lo veo todavía bajo la lluvia terminando de enjuagarse. Ya no somos unos veinteañeros pero sin dudas Jungkook sigue siendo ante mis ojos el hombre más sexy del mundo... Mi Kookie.

-¡Gracias Jiminssi te amo!- grita.

-Si si yo también, déjame todo limpio y ordenado por favor- respondo y salgo no sin antes echar un último vistazo al cuerpo borroso que se vislumbra tras la mampara de la ducha. Me hago el duro pero debo admitir que ese hombre me derrite por completo.

Un rato más tarde me encuentro guardando pequeñas ropitas en un bolso, batitas y ositos que compré con mucha emoción.

-¿Jiminssi?-

Me volteo y Kookie está mirándome desde el marco de la puerta, puerta que yo mismo pinté con diseños de animalitos muy tiernos.

- Ya casi estoy listo.

-¿Qué estás haciendo bebé?- me pregunta.

-Pensé que quizás sería buena idea donar toda esta ropita, ya que vamos al lugar... Estoy seguro que le van a poder dar buen uso- respondo y trato lo mejor posible no romperme en llanto.

Jungkook se acerca a mi y me rodea con sus brazos, automáticamente me siento mejor al sentirme contenido por él.

-Bebé, no creo que sea buena idea... La elegiste con tanto entusiasmo- dice y me deja un beso tierno en la frente.

- Y-yo no debí adelantarme tanto... Ahora todo esto solo me hace sentir vacío Kookie, no tiene sentido tener una habitación llena de cosas para un bebé que ni siquiera tenemos- digo y mis ojos pican, pero soy fuerte y las lágrimas no salen.

Jungkook y yo decidimos adoptar hace ya casi tres años, en los cuales recorrimos muchos orfanatos sin tener suerte. Siempre algo nos faltaba para dar con el perfil perfecto para adoptar. Pero esta última vez realmente creí que sería la definitiva.

Somos dos adultos bien establecidos, con trabajos seguros y exitosos cada uno en su ámbito. Tenemos casa propia, una buena suma de ahorros y una relación sana y saludable desde hace años. Pero al parecer nada de eso es suficiente.

-Lo sé... Pero tratemos de buscarle el lado positivo. La próxima vez que Yeri venga con el bodoquito va a tener donde ponerlo a dormir- dice intentando subirme el ánimo.

Me río por el apodo que Jungkook le puso al hijo de Yeri y Nayeon. El pequeño Seungmin tiene apenas siete meses y la verdad es que si se puso más gordinflon desde que empezó a comer papillas.

Ellas optaron por el camino de la inseminación artificial, y la que llevo el bodoquito en el vientre fue la mismísima Yeri. Fueron 9 meses intensos para todos, ya que nosotros vivimos su embarazo casi como propio, verlas con su hijo en brazos después de tanta espera fue algo maravilloso y solo logró aumentar por mil nuestras ganas de tener uno propio.

Ahora mismo ver la habitación que con tanto amor decore solo me causa dolor, pero soy conciente de que me dejé llevar por el entusiasmo.

-¿Tengo que acompañarte si o si?- pregunto esperanzado de que me diga que no es necesario.

Miraculum *Kookmin* COMPLETAWhere stories live. Discover now