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Por fin el primer día de trabajo había llegado, mis nervios no se habían apaciguado para nada pero igualmente ahí estaba yo parado en la puerta de la editorial.

Al entrar la secretaria que ya me conocía de las entrevistas anteriores me saludó muy cordialmente dándome la bienvenida a la empresa.

Me presentó con los que serían mis compañeros del área visual y me mostró la que sería mi oficina. Era pequeña, sin más que un escritorio y un sillón en un lado. Pero era más que suficiente para mi, sólo necesito una superficie para acomodar mi portátil y soy felíz. Para este primer día sólo tenía que asistir a unas cuantas reuniones, en donde se hablaría sobre los próximos trabajos que había que realizar, quienes eran los clientes y las marcas para las cuales teníamos que hacer las fotos y también con que modelos íbamos a trabajar.

Para mi suerte o desgracia (aún no estaba seguro de eso) me tocaría trabajar en uno de esos proyectos con Tzuyu y Sana. No me malinterpreten siempre me llevé genial con ellas y son modelos de primer nivel, pero todavía el miedo de que salga a la luz mi huída me tenía algo preocupado.

Las sesiones de esa semana iban a ser de ropa, cosméticos y joyería. Nada que se salga de mis habilidades.

Sobreviví al primer día de manera gloriosa. Al igual que los días siguientes. Cuando la sesión de Tzuyu y Sana llegó yo ya estaba más cómodo con mis compañeros así que pude concentrarme bien en las fotos.

Al verme las dos se quedaron boquiabiertas. Claro no habían tenido noticias de mi por más de un año y medio.

Durante mi estadía en Estados Unidos yo no había logrado entrar en el mundo fotográfico de las grandes marcas, sin referencias ni conocidos que me ayudaran todo fue más difícil. Así que había sustentado mi vida allá a base de trabajos privados, cumpleaños, casamientos, y toda clase de eventos a los que cualquier fotógrafo de renombre, como lo que se suponía que yo era acá en Corea, se negaban a hacer.. no me arrepiento de nada, gané experiencia y nuevas perspectivas, aprendí a encontrar la belleza en todas las personas y lugares. A hacer fotos bellas e inspiradoras sin presupuesto alguno, sólo con creatividad y ganas, muchas ganas.

-¡Jungkook no puedo creer que seas vos el fotógrafo de hoy! ¡Hace tanto tiempo que no nos vemos!- Sana me había saludado con una leve reverencia y una gran sonrisa en su rostro.

Tzuyu por su parte había sido más audaz y me dió un abrazo. Me alivió sentirme bienvenido, saber que aún tenían ganas de trabajar conmigo me dió la seguridad que necesitaba para volver a ser mi yo de antes. Tomé las riendas de la sesión y nos pusimos a ello mientras charlabamos. Las chicas me preguntaban que había hecho durante todo ese tiempo.

Sin entrar en mucho detalle les conté mis aventuras en el otro lado del mundo, y ellas por su parte me pusieron al día con los últimos chismes del mundo del modelaje.

-Tae se va a poner tan felíz de saber que volviste Jungkook, él siempre se quejaba que no había fotógrafos que lo entiendan como vos-

Podía imaginarme a Tae haciendo berrinches a todos mis pobres colegas durante mi ausencia. Él era complicado en algunos aspectos hasta que lo llegabas a conocer.

-Espero volver a trabajar pronto con él también. Somos un buen duo-

-El mejor diría yo, sus sesiones siempre se llevaban las mejores críticas. Se te extraño mucho todo este tiempo. Nos alegra que estés de vuelta- Sana y Tzuyu no dejaron de hacerme cumplidos durante toda la sesión y sinceramente me hicieron sentir muy bien, de a poco fuí perdiendo ese miedo que tenía de haber dejado una mala imagen. Al parecer nadie había tomado mi ida como algo malo, todas esas ideas negativas estaban sólo en mi cabeza.

Miraculum *Kookmin* COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora