Hell's Kitchen High ♡ Fratt

2: Matt Murdock

══ ❁ ❁ ♡ Matt Murdock ♡ ❁ ❁ ══

Durante la hora del almuerzo, la trinidad de amigos se dirigió a la cafetería. Matt se sentó entre Foggy y Karen, quienes conversaban entre ellos mientras esperaban a que Scott Lang se les uniera acompañado de su novia, Hope Pym. Nadie estaba seguro del momento en que ellos comenzaron su relación pues, hasta hace unos meses atrás, creían que solo eran amigos.

En fin, cuando la pareja llegó a la mesa, todos comenzaron a hablar sobre como Jane podía ser algo exasperante con su velocidad al responder las preguntas de Servig o en cómo era posible que una chica tan agradable como Hope pudiese ser hija de un doctor ermitaño como lo era el profesor Pym. De cualquier modo, para Matthew la conversación era banal porque él se concentraba en otra cosa en particular: en tratar de encontrar el sonido de Frank Castle entre el bullicio de la cafetería.

El pelirrojo guardaba silencio mientras sus oídos exploraban el sitio, podía escuchar cómo Stark incomodaba al capitán del equipo de fútbol con preguntas subidas de tono para después escuchar a la estudiante rusa de intercambio reír al respecto.

En otro rincón, escuchaba la cuchara de una estudiante raspar su plato en silencio mientras junto a ella Patricia Walker firmaba incontables posters que, seguro, eran para los fanáticos de su programa.

Finalmente, en algún lugar más cercano a los jugadores de americano, encontró la voz de Castle hacer reír a uno de sus únicos amigos, William Russo. Murdock poco sabía de él salvo que se conocían desde la infancia, algo así como él con Nelson; a decir verdad, ese chico era la única relación que conocía de Frank. La gente suele hablar mucho entre los pasillos y laboratorios, y muchos decían lo privado que el pelinegro podía ser, ni siquiera se quedaba a los festejos por las victorias de su equipo, Los Diablos de Hell's Kitchen High.

Para Matt, la ceguera no era una desventaja cuando podías escuchar y sentir más de lo que cualquiera podría, conocer más de lo que una persona promedio puede y eso se demostraba en su extraña habilidad de reconocer a personas que nunca lo habían notado más allá de su bastón. Y ciertamente eso le deprimía de vez en cuando, él era capaz de hacer lo mismo que cualquiera, ¿por qué su ceguera le condenaba socialmente?

Aunque, después de todo, el que se retraía y limitaba era él mismo. Era una poética contradicción basada en la inseguridad y el miedo, obra de Stick.

El chico permaneció en silencio, divagando en su mente, ¿qué habría pasado si jamás hubiera revelado su ceguera? Porque, ¿qué tal si hubiese aparentado no tenerla? Al final habría sido lo mismo, de todos modos era incapaz de observar las cosas. Había olvidado como era ver los colores en las cosas, extrañaba el color de las flores y el celeste del cielo, cegarse momentáneamente por intentar ver el sol y poder ver maravillas en el cine local. Pero lo que más anhelaba, era ver el rostro de aquél que le había arrancado suspiros solo con las vibraciones de su voz.

—¿Y tú qué opinas, Matt? —preguntó de la nada Lang, haciendo que el pelirrojo se sobresaltara porque no había prestado atención a los últimos minutos de la conversación por lo que se encontraba sin palabras.

A Scott no le parecía extraño lo silencioso que Murdock podía llegar a ser, después de todo vivía con él al ser uno de los inadaptados adoptados por Stick. Pero había algo que le preocupaba, el tiempo que pasaba fuera de casa después de clases y cómo en momentos podía notarse que se perdía dentro de su mente. Scott temía que, por alguna razón, Matthew contemplara seguir los pasos de su otro hermano adoptivo.

—Perdón, no estaba prestando atención —respondió optando por ser sincero, devolviéndose al sándwich seco que hizo en casa.

Karen rio por lo bajo y Hope retomó la conversación, explicándole al pelirrojo lo que estaban hablando.