Hell's Kitchen High ♡ Fratt

31: Man-to-man

Porque sé que extrañaban que esta historia fuera de fuvol.

Y también los capítulos larguitos.

Y los capítulos en general. 

Por ello les traigo una biblia.

══ ❁ ❁ ♡ Man-to-man ♡ ❁ ❁ ══

Desde que se había mudado a vivir en el bar de Weasel, Murdock se había visto en la necesidad de cambiar su rutina diaria. No era sencillo balancear la escuela, los entrenamientos y los turnos ayudando en el local; pero lo lograba, hacía que funcionara. Por ello, apenas no amanecía y él ya iba por el subterráneo en dirección a la preparatoria. Se suponía que debía usar el autobús escolar, pero en los días de entrenamiento tenía que llegar antes que todos para dejar su traje en su casillero especial en el gimnasio techado de la escuela.

Matt iba sentado en el vagón del subterráneo, respirando hondo. La persona a su lado, aparentemente una chica, llevaba audífonos y escuchaba una canción que el pelirrojo podía escuchar también. Una melodía simple que encapsulaba en palabras lo que su corazón latía. Murdock no sabía si era por el clima o por las emociones que embotellaba, pero se sentía con cierta aura oscura a su alrededor... como nubes antes de la tormenta. 

Antes había dicho que Frank era como un rayo, un fenómeno sorprendente, y había clamado lo mucho que deseaba ser su único pararrayos. Pero eso no restaba que estuviese atemorizado por la electricidad que las mentiras pudiesen atraer, la estática que podía descargarse cuando la verdad fuese revelada. Por alguna razón, no consideraba como una opción viable decirle al pelinegro que él es en realidad Daredevil.

Y eso le asustaba, le asustaba que fuese sencillo ocultar las cosas de los demás. Como si mentira tras mentira las cosas se volvieran sencillas. Y sabía que, en el gran esquema de las cosas, eso lo convertía en una mala persona. Extrañamente, ya se había acostumbrado a eso también.

Era una extraña dicotomía porque, cuando era feliz siendo Daredevil, se sentía incompleto al saber que el costo de esa confianza era la honestidad a aquellos que amaba; y, cuando no lo era y se permitía besar a Castle, solo podía pensar en que le abandonaría si supiera lo mucho que lo engaña.

"No se merece eso", solía pensar de vez en cuando, siguiendo con un "No lo merezco".

Y después estaba su voz, cómo le pedía con emoción que le apoyara en el partido del sábado. Murdock se sentía culpable, tal vez en parte porque su ego le decía que sin Daredevil ese partido se vería perdido; su pesimismo le decía exactamente lo mismo. Siendo incapaz de resolver su primer conflicto, se enredaba en otro porque sabía lo mucho que Frank quería llegar al final de ese torneo y no quería sofocar esa meta.

Porque cada vez que Frank festejaba una anotación o un gane, Matt festejaba también debajo de la máscara. Incluso si Castle odiaba a Daredevil, él seguía haciendo lo suyo para que ambos pudieran seguir siendo felices.

Las bocinas gangosas del vagón anunciaron la estación en la que debía bajarse, aquella que le dejaba algunas cuadras lejos de la preparatoria. Matt caminó fuera del lugar, el ambiente fresco y amenazante le resultaba apropiado. Con la mochila sobre los hombros, sosteniendo el maletín deportivo con su mano derecha y su bastón auxiliar con la izquierda, se dirigió entre las calles llenas de personas madrugadoras que, como zombies, se dirigían a sus puestos de trabajo sosteniendo tazas de café y desayunos instantáneos.

Los terrenos de la escuela estaban vacíos porque, aunque abrieran una hora antes del inicio de clases, nadie llegaba tan temprano. Y eso le favorecía a Murdock, ya que de esa manera podía ir sigilosamente al gimnasio y dejar sus cosas.