★彡[ʀᴀᴘᴜɴᴢᴇʟ/ ᴋʏᴏʏᴀ ᴏᴏᴛᴏʀɪ ᴏᴜʀᴀɴ ʜᴏꜱᴛ ᴄʟᴜʙ *ᴇꜱᴘᴀÑᴏʟ*]彡★

𝒞𝒽𝒶𝓅𝓉𝑒𝓇 𝟤𝟢: 𝒯𝒽𝑒 𝐿𝑜𝒷𝑒𝓁𝒾𝒶 𝒢𝒾𝓇𝓁 𝒮𝓉𝓇𝒾𝓀𝑒 𝒜𝑔𝒶𝒾𝓃!

-Voy a salir. -hablo Haruhi rutinariamente mientras salía de su complejo de apartamentos vestida con su camiseta y pantalones cortos, su padre la seguía hasta la puerta.

-Regresa sana y salva. -Ranka canturreó.

Caminando por las escaleras, Haruhi se congeló cuando vio a una chica familiar con cabello rubio caoba, vistiendo uno de sus característicos vestidos de gasa y radiante sonrisa.

-¡Buenos días! -Miki estaba saludando con entusiasmo.

Ranka se inclinó sobre la barandilla del balcón con un zumbido de adoración.

-Pero si no es mas que Miki-chan, buenos días. ¿Estás aquí para pasar el rato con Haruhi? -Saludó.

-Hola, Ranka-san. -Inclinándose cortésmente, Miki sonrió. -Sí, me dijo que iba al supermercado. Sentí que debía acompañarla. -Aplaudiendo, suspiró soñadoramente.

Haruhi sintió que su ojo se movía. Instantáneamente se arrepintió de haberle contado sobre su viaje al supermercado, porque ¿Quién estaría tan emocionada como para salir corriendo cinco minutos después de que le envió ese mensaje de texto? ¿Ir al supermercado de todos los lugares?

Ella lo hacía.

-Miki-senpai, es solo un viaje al supermercado. No tienes que venir hasta aquí para...

Ella fue rápidamente interrumpida cuando la estudiante de segundo año pasó su brazo alrededor del de ella.

-¡Vamos, Haruhi! El mercado no va a permanecer abierto para siempre. -Ignorando las protestas de la morena, Miki intervino mientras comenzaba a arrastrarla con un alegre salto a su paso.

-Es un supermercado de veinticuatro horas... -Murmurando en voz baja, Haruhi suspiró con resignación de que su día iba a estar atrapada con esta chica demasiado enérgica.

-Ahh, la juventud... -Apoyando su mejilla contra su palma, Ranka tarareó cuando de repente dos sombras se acercaron y agarraron a ambas chicas por el brazo, sobresaltándolas.

-Secuestro...

-...¡Completado!

-¿Eh? ¿Qué... -murmuró Haruhi, todavía tratando de procesar la situación.

-¿Secuestro? -Miki parpadeó.

De repente, una limusina se detuvo y una ventana bajó, revelando a Benibara con gafas de sol. Miró a las dos chicas con una sonrisa orgullosa.

-Está bien, llévalas.

-Tama-chan, ¿Dónde está Miki-chan? -Subiendo la rígida escalera, preguntó Honey mientras apretaba a Usa-chan más cerca de él.

Al escuchar ese nombre, el rubio no pudo evitar dejar que su rostro y hombros cayeran un poco ante la mención de ese nombre.