-Sí, serví en la mansión de la familia Grantaine hasta hace algunos años. -En los tranquilos jardines de una casa de retiro, una anciana sentada entre Kyoya y Miki, hablaba con aplomo a pesar de su cuerpo envejecido.
-¿Hace algunos años? -Kyoya arqueó una ceja.
-Sí, poco después de que el Maestro René se fuera a Japón. -Explicó, sonriendo a los dos a cada lado de ella.
-¿René? -Miki ladeó la cabeza.
-Ese es el nombre del Maestro Tamaki. -Cerró los ojos mientras una suave brisa pasaba, provocando que su cabello corto y grisáceo se balanceara con el viento. -Maestro René Tamaki Richard de Grantaine. -Dijo, haciendo que Miki parpadeara con curiosidad al darse cuenta de que no era la única con un nombre alternativo. -Siguiendo los deseos de Madame Anne-Sophie, cerramos la residencia. Y cuando eso sucedió, la mayoría del personal de servicio regresó al lugar de donde venían también.
-¿A dónde fue la familia Grantaine después de eso? -Pregunto Kyoya.
Sacudiendo la cabeza suavemente, los ojos arrugados de la mujer se entristecieron.
-No lo sé. -Respondió ella. -Ellos tampoco nos lo dijeron. -Luego miró hacia arriba para observar a ambos chicos. -¿Así que ambos son amigos de Japón del Maestro Tamaki? ¿El maestro está bien? -Ella preguntó.
-Sí. -Asintiendo con la cabeza con entusiasmo, Miki se movió hacia adelante desde su asiento. -Tamaki-kun está muy bien; sonríe todos los días. -La tranquilizó con una sonrisa radiante.
-Arrastra a todo el mundo todos los días. -Kyoya se cruzó de brazos y se echó hacia atrás. -Puede ser bastante problemático.
-Ya veo. -Ella se rió entre dientes. -Ciertamente puedo imaginarlo. Pero... -Sus ojos se volvieron distantes, mientras su mirada se posaba en el camino de cemento. -No siempre fue así. Era un niño brillante y feliz por naturaleza, pero los días en que su madre estaba enferma, era muy callado. No sonreía, no importaba quién intentara hablar con él. simplemente siéntate en su habitación y tocaba el piano hasta que se despierte. Las palabras que le diría, no creo que las olvidaré jamás en esta vida. -Ella exhaló suavemente. -'Debes vivir la vida al máximo cada día, y mantener una sonrisa en tu rostro todos los días. Eso significa que compartirías tu alegría con todos los que te rodean'.
Miki parpadeó cuando las palabras de Anne-Sophie hacia Tamaki resonaron dentro de ella. Su mirada parpadeó hacia abajo, moviéndose de izquierda a derecha.
Kyoya se puso de pie lentamente, extendiendo la mano mientras estrechaba la mano de la mujer.
-Gracias por tomarte el tiempo de contarnos tu historia; me aseguraré de decirle a Tamaki que te conocemos.
-Soy yo quien debería agradecerle. -La mujer negó con la cabeza. -Ahora veo que ustedes dos son muy cercanos al Maestro Tamaki, dispuestos a pasar sus preciosas vacaciones aquí, buscando a su madre. -Ella sonrió, tomando la mano de Miki y acariciando su nudillo con el pulgar. Ella miró a la rubia, luego estudió a Kyoya. -Te diré lo poco que he oído sobre la familia Grantaine. -Con una expresión serena, cerró los ojos para recordar. -En un lugar no muy lejos de París, cerca de un gran bosque, donde abundan las flores de marronnier y glicinas, y en el otoño, los campos de trigo dorado se extienden por el horizonte, en un lugar que nutrió a muchos pintores en el pasado. es donde reside actualmente la familia Grantaine.
Los ojos de Kyoya y Miki se agrandaron. Giraron la cabeza el uno hacia el otro, intercambiando una mirada de complicidad cuando la comprensión los golpeó como un relámpago.
Barbizon.
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★彡[ʀᴀᴘᴜɴᴢᴇʟ/ ᴋʏᴏʏᴀ ᴏᴏᴛᴏʀɪ ᴏᴜʀᴀɴ ʜᴏꜱᴛ ᴄʟᴜʙ *ᴇꜱᴘᴀÑᴏʟ*]彡★
FanfictionA todos nos han contado esta historia desde que éramos pequeños. La historia de un valiente príncipe que rescató a una joven encarcelada en una torre por una malvada hechicera. Muchos piensan que esta historia es infantil; se reirían con un cuento d...