Capítulo. 23

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Capitán América.

Sam continuaba luchando para evitar que los otros rehenes de los Flag Smashers fueran heridos de gravedad. Otro helicóptero se sumó al rescate y justo cuando se acercaba para auxiliar a los senadores, Diego realizó varias piruetas con la intención de chocar los vehículos.

Wilson detuvo la persecución para salvar a los funcionarios de la otra nave, con ayuda de Redwing lo logro. Pero, el helicóptero sin personas dentro giraba muy cerca de una autopista, amenazando la vida de las personas que transitaban por allí. Afortunadamente, Sam aterrizó en medio de la carretera, usando sus alas y el escudo logró desviar el helicóptero. Todo los presentes aplaudieron al héroe, y después solo vieron irse volando.

Por otra parte, el resto de los Flag Smashers, construían una barricada que detendría a los camiones blindados al llegar al sitio y cuando sucedió, Karli y sus amigos empujaron a los conductores bruscamente fuera de los vehículos para tomarlos.

Barnes y Zemo lograron llegar a la calle donde los camiones eran secuestrados, por lo que el castaño accionó el acelerador con su puño derechos para alcanzarlos.

—¡Connie!— Llamó en un grito por el ruido de las calles y la propia motocicleta. —Necesito que te sujetes bien.—

Constanza se percató del plan del soldado y negó con su cabeza, rompiendo con el agarre de sus manos. —¡Sujétate tú!— Exclamó, cambiando de lugar con el hombre, logrando conducir la moto ella y accionando con más fuerza el acelerador. Al llegar al límite de la barricada, colocó el freno en la rueda delantera, causando que la parte trasera de la moto se elevara.

Bucky aprovechó ese momento justo para aventarse por encima de la barricada y aterrizar sobre Dovich, con el que inició una lucha al instante. La rubia bajó de la moto luego de estacionarla y caminó hacia Karli para completar su misión.


La pelirroja descendió frustrada de un vehículo. —¡Denle una distracción¡ ¡Alguien a quién salvar!— Gritó.

Su compañera Gigi la miró sin entender a qué se refería. —¿De qué hablas?— Le preguntó.

Morgenthau llevó su vista a los camiones, ideando un plan terrible e inhumano. —Incéndielos.— Ordenó, dándose la vuelta y encontrándose a pocos metros de ella a la vizcondesa. —Quítate.— Le gruñó.

Contanza le regaló una sonrisa algo burlona y quizás cínica. —Morirás está noche, niñita.—

Karli sintió una furia incontrolable adueñarse de su cuerpo, por lo que fue hacia la rubia para iniciar una pelea pero, Connie la recibió con un buen golpe en rostro, seguido de dos manos con su puño izquierdo. La pelirroja sujeto por la nuca a su contraria y la inclinó lo suficiente para poder golpear con la rodilla el rostro de ella. La sokoviana detuvo la pierna de la otra joven y la golpeó en el abdomen logrando alejarla, sintió su nariz y labio sangrar. Cuando Karli se acercó para golpearla nuavmente, Connie la golpeó con el dorso de su mano en la garganta y se impulsó con el pie para patearla el rostro, dejándola en el suelo boca a bajo.

Escupió la sangre de su boca sobre el pavimento y del costado de su traje, sacó su arma calibre .45 ACP. —Date la vuelta y mírame a los ojos, Karli.— Era una asesina y durante su enseñanza, le hicieron aprender que jamás se mataba a una persona por la espalda ya que eso era de cobardes.

I WANNA BE YOURS • Bucky BarnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora