lector enamorado | Bajifuyu

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Mikey y Baji son amigos desde niños gracias a que Baji de pequeño iba al dojo Sano; empezó a ir porque su madre tenía que trabajar y no podía cuidar a Baji así que cuando supo del dojo no dudo en inscribirlo y más porque Baji a su pequeña edad tenía mucha energía, que le alegraba a su madre al ver que su hijo era alguien energético y feliz pero igual era cansado para ella por su trabajo y estar con su hijo, lo inscribió para que gastara energía. Así los dos chicos se conocieron y se hicieron grandes amigos siempre peleando por petición de Baji porque siempre perdía. Su amistad aún seguía y así su pequeño dúo se convirtió en un gran grupo de amigos y claramente se había formado en una gran amistad entre todos.

—Mikey ¿Qué haces aquí? — pregunto Baji mientras se posicionaba al lado de Chifuyu.

— ¿Qué no puedo venir a ver a mis amigos?

—Siempre que vienes es por algo malo— comento Baji.

Mikey hizo un puchero, pero fue interrumpido por la puerta abriéndose y revelando al alfa alto y con un tatuaje de dragón en su cabeza y entre sus manos una bolsa llena de taiyakis.

— ¡Kenchin! — grito feliz Mikey al ver al alfa.

Mikey corrió lanzándose a los brazos del alfa rubio, este lo atrapo teniendo cuidado de que los taiyakis no fueran aplastados.

— ¡Mikey no hagas eso! — regaño Draken. A pesar de que grito su tono de voz no era de enojo.

—Lo siento Kenchin— Mikey reía bajito mientras se baja del torso del más alto y tomo la bolsa que traía Draken con sus taiyakis.

Chifuyu y Baji todo el tiempo permanecieron callados mirando la escena de la pareja. Baji en su mente envidiaba la escena que acababa de ver; él quería que le pasara lo mismo con Chifuyu; el omega saltando a sus brazos, el atrapándolo y siendo felices; no importaba el tiempo y todo lo que tuviera que hacer, el lograría conquistar al omega.

Pero lo que aún no se daba cuenta Baji es que ese omega sentía lo mismo por él.

— ¿Y podemos saber por qué vinieron? — hablo Baji tratando de olvidar la escena antes vista— Digo no es que me molesta que vengan, pero ustedes casi no vienen a la tienda.

— ¡Venimos adoptar un cachorrito! — dijo Mikey feliz.

La última vez que Mikey había tenido un perrito era cuando tenía 12 años, Mikey era feliz con ese perrito, el perro siempre estaba detrás de Mikey, lo seguía a cada lado y dormían juntos pero todo eso se acabó porque un día al salir Mikey a la calle el perrito salió detrás de él, cuando atravesaron la calle un carro paso a gran velocidad y atropello al perrito, por desgracia no sobrevivió y todo eso paso delante de los ojos del omega. El señor cuando se dio cuenta de lo que acababa de ocurrir salió de su auto disculpándose con Mikey pero él no tenía planeado dejarlo así y termino por darle una paliza al señor de 30 años.

Manjiro ese día no paro de llorar por la muerte de su perrito, fue consolado por sus hermanos, Baji y Draken. Mikey lloro en el pecho de Draken hasta que quedó dormido. Baji recordaba cómo había estado su amigo ese día y nunca lo olvidaría. Por eso le sorprendió que años después llegara su amigo feliz diciendo que quería un perrito.

— ¿Enserio? — pregunto Baji para confirmar lo que acababa de escuchar.

— ¡Que sí! — dijo Mikey.

— ¿Y eso? — pregunto Chifuyu.

Mikey sonrió grande y Draken apartaba la mirada.

— ¡Draken y yo vamos a tener un Drakencito! — llevo una mano a su vientre acariciándolo sobre la sudadera. Mikey lucia resplandeciente y feliz al dar la noticia, mientras que con Draken tenía una sonrisa no tan grande como la de Mikey pero se notaba su felicidad. El cerebro de Baji y Chifuyu se estaban reiniciando.