Jessy

Capítulo 6

Tres semanas y media habían pasado tras haber finalizado la única amistad que me molesté en tener.

Tres semanas y media compartiendo con mi maestra de todas las formas posibles. Las cosas iban bien, realmente bien y aunque ninguna de las dos habíamos hablado profundamente a cerca de lo que teníamos, mientras tanto yo me preocupaba solo por disfrutarlo y apreciar los momentos juntas.

—Lo estás haciendo mal, Miridit.

Le dejó saber la maestra al chico que fungía como mi novio en la obra.

La maestra se levantó de la silla en la que se encontraba y se posicionó junto al chico para hacerlo a un lado y quedar frente a mí.

—Tendrás un micrófono entre tus prendas, no es necesario gritar, la escena se trata de seducción, debes seducirla con tu mirada, tus movimientos corporales suaves a su alrededor —el chico junto a ambas solo asintió —te mostraré.

Yo me tragué las palabras que quería soltar y dejé que la maestra hiciera su trabajo.

—Hacía tiempo que no te veía —susurró cruzando ambos brazos —pareciera que huías de mi —ella se inclinó levemente aun de brazos cruzados y por más que quisiera no admitirlo, temblé.

—No es así —continué el diálogo.

—Yo creo que sí, pero déjame decirte algo hermosa, es imposible escapar de mi —esas últimas palabras las susurró en mi oído y literalmente tuve que alejarme para no terminar lanzándome hacia sus labios al tenerla tan cerca.

—Bien, ya la he entendido —aseguró el chico y la maestra sonrió antes de asentir para volver a su lugar.

Al observar a mis demás compañeros me encontré con la mirada de Tris oscurecida y lo que parecían ser un par de lágrimas habían descendido por sus mejillas.

Antes de poder continuar la escena la campana sonó anunciando el final de las clases, por lo que rápidamente bajé del escenario sin molestarme en ir por las escaleras y fui directo a Tris, ya que junto a ella se encontraba mi mochila.

—Hey ¿qué sucede? —cuestioné al notar que las lágrimas eran reales.

—Eres una traicionera —aseguró y yo levanté mis cejas algo sorprendida por su arrebato.

—¿Traicionera? —hacerme la desentendida al menos al principio, era la mejor opción.

—Traté de creer que no era cierto todo este tiempo, pero la forma en la que te miró y como reaccionaste dejó muy en claro que te revuelcas con ella —las ultimas palabras las susurró para evitar que los que quedaban a nuestro alrededor la escucharan.

—Si ¿y? —cuestioné desinteresadamente.

—¡Que sabías que me gustaba! —medio gritó algo enojada.