EXTRA 1

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Sus dedos se movían suavemente por mi piel erizándola por completo. Sus enormes e inocentes ojos nunca se despegaban de los míos mientras sus caricias inexpertas se movían alrededor de todo mi cuerpo.

Una sonrisa relució en mis labios cuando sus dedos se abrieron paso por debajo de mi falda de tachones blanca hasta tocar suavemente la tela de mi ropa interior. Y sus mejillas simplemente se volvieron totalmente rojas y ese bonito rubor descendió por todo su cuello y pecho provocando que lamiera mis labios lentamente para que su mirada se dirigiera a ellos.

Hacia demasiado tiempo que quería esto. Quería tenerla frente a mí en una habitación silenciosa y solitaria en dónde podría escucharla gemir, gritar de placer absoluto gracias a mis caricias experimentadas. Y aunque sabía que ella se encontraba nerviosa, me agradaba ver la ansiedad y la necesidad en sus bonitos ojos.

Ella estaba tentándome, provocando mi cuerpo dando el primer paso al ver que yo solo me había sentado junto a ella en la cama y la observaba atentamente.

Quería hacer más que solo verla, quería tocarla, lamerla, sentirla, marcar su suave y bonita piel para que todos supieran lo que había hecho con ella, sin embargo, solo pude quedarme como una estúpida anclada por su belleza, por su sonrisa, por la inocencia que aún no había sido profanada.

Ella me había conocido en mi versión más psicótica, más desquiciada, mas sanguinaria y aun así aquí estaba, pero ella aun no había visto lo peor de este mundo y me daba una agria satisfacción ser quien la tomara de la mano para llevarla hacia el lado oscuro completamente.

Porque una vez de ese lado nunca se alejaría de mí, nunca separaría sus bonitos ojos de los míos mientras uno de nuestros hombres la follaba. Quería todo de Bonnie y poco a poco lo estaba consiguiendo.

Y aunque uno de ellos le diera cosas que yo no podía darle, quería sostener su mano mientras lo hacían, eso era todo lo que pedía.

Extendiendo por primera vez mi mano, la llevé hasta su mejilla en dónde la acaricié suavemente y vi de primera mano como ladeaba la cabeza para acercarse más a mi toque como un cachorro necesitado y eso me hizo sonreír enternecida.

Bonnie solo llevaba encima unos shorts de cuero dejando ver sus hermosas piernas, sus pies estaban descalzos al igual que los míos y su top color crema realzaba sus senos que quería tomarme el tiempo de saborear.

Demonios, esta vez no se trataba de solo sexo, no se trataba solo de enviarla a un punto exquisito sin retorno, no, hoy quería poseer a Bonnie, quería tenerla debajo de mí demostrándole todo mi retorcido y psicótico amor. Quería que suplicara mi nombre mientras me apoderaba de su cuerpo y alma.

Por ello no me apresuré, solo continué acariciándola lentamente mientras su mano continuaba congelada a unos centímetros de mi coño, oh, estaba segura de que obtendría mi parte, pero ahora quería hacerla suplicar solo a ella.

Quería comerla completa y absolutamente.

Lentamente mi mano se movió de su mejilla a sus labios en dónde los rocé con mi pulgar. Su viperina lengua lamió suavemente la almohadilla de mi dedo y jadeé al sentirla caliente e imaginando los lugares en los que podría estar.

Con una media sonrisa fui descendiendo mi mano hasta su cuello en dónde apreté suavemente dejándole saber quien dominaba a quién y luego me impulsé hacia adelante para tomar sus labios entre los míos en un beso húmedo y caliente que sabía haría que sus pequeñas bragas se empaparan.

Un suave gemido escapó de sus labios cuando mi lengua se abrió paso a través de su boca y me deleité con su sabor, con el calor de su boca y el juego lento y candente que estaban llevando nuestras lenguas.

JessyKde žijí příběhy. Začni objevovat