Jessy

Capítulo 20

—¿Quién era ese chico? —cuestionó mi madre una vez entré en la casa.

Aparentemente no había dormido nada y se encontraba esperándome.

—Es Dietrich, de la universidad —al entrar a la casa ella analizó mi desaliñada presencia y solo pude darle una pequeña sonrisa.

—¿Tuviste sexo? —negué una y otra vez.

—No, solo nos besamos —ella asintió lentamente y después sonrió.

—Ve a dormir, Jessy.

Sin dudarlo me acerqué a ella y le di un fuerte abrazo para luego besar su mejilla.

—Te amo —la sentí apretarme más fuerte al escucharme.

—Yo más mi niña.

Y después de eso me fui a mi habitación para poder descansar de la noche tan agotadora que había tenido.

Unas pequeñas manos que fueron pasando por mi rostro despacio hicieron que abriera mis ojos lentamente.

Al abrirlos por completo me encontré con una pequeña niña de cabello negro que me miraba con sus enormes ojos directamente.

Estaba en silencio y solo hizo un pequeño puchero antes de subirse a la cama y tirarse encima de mí. Solo pude sonreír y abrazarla, porque ella solo hacía eso con Asher. En la madrugada cuando sentía que no podía dormir vagaba por los pasillos hasta la habitación de Asher.

Pero esta vez era diferente, pues ya se podía ver el alba asomando por los cristales de mi ventana.

—Papá dijo que asesinaste a una persona —su voz era a penas un susurro, pero por el silencio en la habitación y la casa pude escucharla a la perfección.

—Asesiné a dos —contesté de la misma forma.

—¿Por qué? —suspiré pesadamente mientras observaba el amanecer al igual que ella y acariciaba los largos mechones de su cabello.

—Porque uno de ellos fue el causante de la muerte de alguien que amaba y el otro estaba penosamente en el medio.

—El otro papá dice que no esperaba que hicieras algo así, porque tú eres pacifista.

—Lo era, admití, pero el solo analizar a las personas no me ha servido de nada, debo usar lo que veo y deshacerme de quien me estorba, debes ir aprendiendo eso, cuanto más rápido lo aprendas mejor, es probable que seas la sucesora de mamá y deberás saber todo esto.

—No seré yo —dijo en un susurro —prefiero ser como papá Ambrous, él solo hace lo que mamá le dice que haga y también escuché decir a papá Madow decir que tú eres una Dahal como cualquiera de nosotros que si pudiera ser él quien eligiera, te elegiría a ti y papá Adler estuvo de acuerdo.

Mi corazón latió con más velocidad al escuchar sus últimas palabras.

No era un secreto para nadie que la casa estaba llena de paredes con pasillos en medio de ellas, pero la única que sabía usarlos totalmente era la pequeña sobre mí, solo que yo era la única que lo sabía.