Capítulo 14

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Mis ojos se abrieron con lentitud mientras me orientaba en tiempo y espacio

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Mis ojos se abrieron con lentitud mientras me orientaba en tiempo y espacio.

Estaba en mi habitación, con una luz muy tenue iluminando la habitación dejándome ver quienes estaban alrededor de mí.

Mi madre estaba junto a mi en la cama abrazándome por la cintura con su rostro enterrado en mi abdomen. Al mirar junto a ella Aiden estaba recostado del espaldar con mi mano entre las suyas y del otro lado Ambrous estaba en el suelo junto a mi cama, recostado de esta con mi mano entre las suyas y su rostro descansando sobre ellas en la cama.

Pronto mis ojos se llenaron de lágrimas y una mueca se instaló en mi rostro al repasar la habitación y ver a Asher al pie de la cama y a Madow recostado del sofá.

El único de pie era Aidan y miró directo a mi al ver que despertaba.

—Mi niña, no llores, por favor —pidió y todos abrieron sus ojos al escuchar la voz de alguien dentro.

—Jessy —llamó mi madre incorporándose para ver mi rostro y repasarlo —cariño, estaba tan preocupada, yo...

Y al no poder decir nada más se inclinó y tomó mi rostro entre sus manos para dejar besos sobre él mientras las gotitas saladas recorrían mis mejillas.

—Ella... —susurré en un gemido lastimoso y Ambrous apretó mi mano —ay dios, realmente lo está —susurré y solté ambas manos que sostenían las mías para cubrir mi rostro.

—Todo estará bien —aseguró mi mamá y yo negué.

Nada lo estaría. Ella no merecía eso, no merecía morir, ella merecía encontrar a alguien que le diera todo lo que necesitaba, ella debió casarse como soñaba, tener hijos como quería, ella debió viajar lejos como tanto lo había deseado.

Ella debió brillar y no pudo.

—Se siente horrible —admití sintiendo como mi pecho se desgarraba ante su recuerdo, ante la asimilación de su muerte.

—¿La amabas? —cuestionó Madow y yo gemí ante ese recuerdo.

—Era la mujer más increíble que he conocido en toda mi vida —con cuidado miré hacia mi madre que me observaba con ojos suaves —ella era buena, mamá, la cosa más dulce y hermosa que me ha pasado en tanto tiempo y...

Simplemente no pude terminar.

—La amabas —confirmó ella mientras elevaba su mano para acariciar mi mejilla.

—La amo —confirmé sintiendo mi pecho comprimirse ante la aceptación de ese hecho —lo siento en todos lados y no me refiero al sentido romántico, porque entendía que nuestros caminos eran diferentes, solo se habían cruzado momentáneamente, pero la amaba como persona, como ser humano, como amiga, por dios.

Ambrous junto a mi extendió su mano y sostuvo mi pierna recordándome que estaba ahí, que, aunque no pudiese hablar de la forma fluida que quería todo el tiempo, él estaba ahí y me escucharía y apoyaría en lo que fuese necesario.

JessyWhere stories live. Discover now