Capítulo 16

11.2K 1.4K 784
                                    

Ni siquiera estaba segura de sí lo que estaba haciendo estaba bien

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Ni siquiera estaba segura de sí lo que estaba haciendo estaba bien. Definitivamente no lo estaba, era acoso en todo el sentido de la palabra, pero lo necesitaba. Necesitaba tenerlo cerca de maneras que no comprendía, así como anhelaba tener a Dietrich cerca de mí en todo momento cuando a penas y tenía poco tiempo de conocerlo.

Armándome de valor recorrí el pasillo hasta la puerta del fondo y suspiré pesadamente antes de tocar la puerta de madera que se veía algo desgastada.

No se escuchaba nada dentro, pero suponía que estaba en casa, ese día no había ido a la universidad y según mis investigaciones él no trabaja en ese día.

Al no recibir respuesta mi mano se levantó para tocar nuevamente, pero esta vez un poco más fuerte.

—Ya voy —su voz se escuchó amortiguada por la puerta, pero aun así sentí una hermosa sensación recorrerme.

En cuanto la puerta se abrió mis ojos repasaron su torso desnudo sin molestarme en ver su rostro.

Sus hombros parecían más anchos que la ultima vez en la que lo vi y su torso estaba perfectamente marcado. Algunos tatuajes salpicaban su cuerpo y uno de ellos cubría la parte izquierda y superior de su pecho.

Y como había dicho, estaba perfectamente bronceado haciendo resaltar esos ojos violetas que no habían abandonado mi cabeza aun cuando otras preocupaciones la invadían.

Su cabello oscuro estaba enmarañado y su pecho subía y bajaba agitado.

Al descender mi mirada me encontré con las venas de su pelvis marcadas y unos pantalones de chándal grises que dejaban ver el bulto en sus pantalones haciéndome pasar saliva de forma lenta.

—¿Estas con alguien? —cuestioné mientras dejaba que la suavidad llenara cada sílaba expulsada por mis labios.

—No —susurró recorriéndome con la mirada —¿cómo llegaste aquí? —cuestionó con el ceño fruncido y yo le di una corta sonrisa.

—Lo siento —dije con suavidad —pero necesitaba escapar un rato —admití elevando mi mirada hacia sus ojos.

—Lo que quiero saber es como llegaste aquí, Jessy —yo suspiré pesadamente mientras él se cruzaba de brazos —me mudé hace dos semanas y nadie sabe donde vivo.

Mis mejillas se sonrojaron al darme cuenta de que no había forma de justificar como sabía en donde vivía.

—Lo investigué en la base de datos de la universidad —solté sin más escapatoria —aun cuando capacitan ingenieros en sistema no parecen tener un buen sistema de seguridad.

Él soltó una suave sonrisa.

—O tu eres demasiado buena en eso aun sin estudiarlo —y una vez estuvo satisfecho con mi respuesta se hizo a un lado para dejarme pasar.

JessyWhere stories live. Discover now