VIII

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Pasaron varios días. Días totalmente tristes y deprimentes para Izuku, y días llenos de molestia y fastidio para Katsuki.

— Katsuki, hoy tienes que ir a la escuela. ¡Despierta, mocoso!.— gritaba Mitsuki desde afuera del cuarto donde se encontraba el joven rubio mirando su nuevo celular, leyendo un libro que le habían recomendado por una página ilegal en internet.

Después de terminar uno de los capítulos, lentamente fue al baño para tomar su merecida ducha y cepillar sus dientes. Todo lo hacía con toda la lentitud y flojera del mundo. Odiaba tener que ir a estudiar con tantos idiotas incompetentes, según pensaba Katsuki.

Después de unos minutos, salió de su habitación listo para irse a la preparatoria. Mitsuki estaba enojada pero sabía disimular muy bien, por ende, Katsuki no le reprochó nada. Desayunaron tranquilos, sin decir una sola palabra y así mismo, el rubio dio partida de su hogar.

La joven adulta al quedar completamente sola en su casa, fue a paso veloz a tomar su teléfono celular para hacer unas llamadas. Esperaba impaciente que su amiga le atendiera.

(...)

Inko estaba afuera de la escuela de Izuku, dejándolo allí para retirarse a su casa nuevamente. Justo después de despedirse de su hijo, sintió su celular vibrar y vio que era una llamada de su amiga, contestó en un dos por tres.

— Mitsuki-san.. H-Hola.. — saludó tímidamente la pequeña mujer.

— Inko.. ¿Qué tal todo, mujer?. Me tienes abandonada.— rió divertida mientras se miraba las uñas.

— Ahh.. bueno, han pasado cosas.. — rió nerviosa mientras pasaba su mano por la nuca. — ... pero no te olvido.. — aclaró de inmediato la peliverde.

— Tengamos una cita hoy.

— ¡¿E-Ehh?! — expresó sorprendida.

— Con nuestros cachorros..

La peliverde suspiró sonoramente, mientras intentaba inútilmente calmar el sonrojo que había invadido su rostro. Terminó aceptando a la propuesta de su colega, y quedaron en verse en un restaurante por la noche ese mismo día. Sin duda, sería un día bastante agotador.

(...)

Katsuki estaba muy ocupado mirando un libro que llamaba muchísimo su atención, mal momento para estar en las manos de un alfa pelirrojo porque se le fue arrebatado, y además había recibido varios insultos por el abusador. Eijiro levantó la mirada y vio que se trataba de su nuevo amigo, o así lo había proclamado él mismo ese día.

— Hey, pelos de mierda. No entiendo porque la maldita portada es esto.. — señaló algunas flores y aves que habían sido diseñadas allí.— ... y resulta ser que trata de esto... — abrió el libro y mostró una escena donde dos chicos tenían sexo.

Katsuki estaba enojado, y quería prender fuego el libro, obviamente Kirishima no lo permitiría.

— Veamos.. no es lo que parece..

— Si no me dices no me entero.— expresó con ironía en sus palabras.

— B-Bakugo.. devuelve mi libro..

— No leerás más esta mierda. — tomó el libro y fue hasta una papelera cercana para tirarlo allí. Eijiro consiguió llegar a tiempo y evitar su trágica pérdida, pero pese a que su libro estaba ileso él ya no. El rubio había mordido su brazo dejándole varias marcas en pleno ajetreo para quitarle el libro, pero supuso que valió la pena toda esa escena.

...

Cuando volvieron a la nueva hora de clases, un rubio había tomado con brusquedad las manos de cierto bicolor. Ambos se llevaban bien, y pese a todo la cierta agresividad que tenía aquel joven con su compañero, a éste no parecía incomodarle. Denki hablaba con Shoto sobre ir ese día a comer churros y salsa de maní, planeaban compartir tiempo juntos.

— Me imagino que sería muy bueno si le agregaramos también chispas de chocolate. — propuso Denki entusiasmado.

— No me gusta el chocolate.

El rubio lo miró incrédulo mientras soltaba sus manos lentamente.

— Entonces.. comamos pan.

— Cerca de mi casa hay una panadería, muy buenos panes por cierto. — dijo Shoto un poco interesado en el tema y de comer panes dulces.

— Iremos hoy. Tú comprarás la leche y la mantequilla de maní.

— Obsesionado con el maní.

Denki rió sonoramente mientras acariciaba los cabellos rojizos y blancos de su amigo, éste solo se limitaba a cerrar los ojos aceptando el cariño dado.

Katsuki miraba a lo lejos esa escena, y en todos los sentidos le causó una sensación totalmente desagradable para él. Odiaba el contacto físico, y también odiaba a ese bicolor. Nada más repulsivo para su pequeña suerte de haber visto ese momento tan empalagoso.

(...)

Izuku había llegado de su escuela, y estaba sentado en su escritorio haciendo algunas tareas pendientes. Sentía su pecho doler cada cierto tiempo, y sus ojos comenzaban a picar de vez en cuando. No entendía porqué se sentía tan mal, pero no dudó en buscar ayuda en su madre y notificarle su situación.

— Mañana iremos al médico una vez más. Espero no tomes ningún resfriado, tu salud es muy importante..

— Está bien, má..

El niño se despidió un poco triste, sintiendo un horrible dolor de cabeza. Estaba pensando seriamente en que le comenzaría una posible gripe, y tomó algunas vitaminas que tenía en una cajita con medicinas. Tomó las necesarias (según su madre), y se acostó en su cama pensando nuevamente en Katsuki.






































VOY A EMPEZAR CON RELLENO DE OTRAS PAREJAS BXKSKSKS

MI PEQUEÑO ALFA. [DEKUBAKU]Where stories live. Discover now