Rechazada

Capítulo 9: Fiesta.

ISABELLA

El salón principal estaba irreconocible, todo aquel aspecto de hogar había desaparecido dando paso a un ambiente de fiesta. Los sillones fueron remplazados por sillas colocadas estratégicamente para poder descansar, mesas repletas de aperitivos, el centro del salón se encontraba despejado quedando como pista de baile y una pequeña tarima se encontraba posicionada en la pared del fondo.

Los adornos de color rojo y dorado se hacen presentes por todo el espacio, unos cuantos miembros de la manada están trabajando como servicio de entrega de bebestibles y comida paseándose entre los invitados que ya se encuentran en el lugar.

Felipe camina a mi lado abriéndose paso saludando a las pocas personas que están esparcidas por el salón, su mano se encuentra presionando mi espalda baja asegurándose que camine junto a él y nos adentramos en la cocina una vez que dejamos atrás el salón.

– Madre.

Habla anunciándose frente a las personas que se encuentran cocinando y armando bandejas las cuales no alzan la vista, pero entre medio de aquellas personas aparece la Alpha con un vestido color azul con encajes realmente hermoso sonriendo en nuestra dirección.

– Ya llegaron. – dice mientras se acerca a nosotros con una sonrisa – querida déjame decirte que te vez hermosa, pero quisiera saber porque ocultas tu color de pelo natural.

Trago saliva mientras mis manos comienzan a sudar e intento mostrar una sonrisa.

– Es solo un pequeño cambio de estilo ¿no les gusta?

Felipe y Laura me miran atentamente mientras me repaso yo misma con mi mirada

– La verdad te queda bien, pero me gusta más tu color natural. –habla Felipe.

– Concuerdo con él querida, deberías dejarte el color natural.

– Bueno, quizás lo piense. – digo apartando la vista.

De un momento Laura me tiene envuelta en sus brazos acariciando mi cabello, mientras Felipe intenta robar bocadillos.

– No quería ofenderte ni nada por el estilo, simplemente me parece raro que te escondas.

– No me escondo, simplemente quería un cambio. – respondo rodeando mis brazos en su cintura.

– Esta bien, bueno ahora vayan a disfrutar, Cristopher en un momento bajara. Luego a las 00.00 iremos solo nosotros a acompañarlo en su transformación y volveremos a la fiesta una vez se haya completado para ver si encuentra a su mate.

Un sentimiento raro se instala en mi pecho con la mención de su mate, me remuevo incomoda entre los brazos de aquella que es como mi madre alejándome de su tacto y me mira con el ceño fruncido.

– ¿Qué sucede? – pregunta

– Nada, Felipe vamos, deja de comer.

Volteo para verlo en conjunto a Laura y lo encontramos con un panecillo desbordando de su boca y sus mejillas se encuentran infladas por la comida que hay en ellas provocando que nosotras soltemos una carcajada.

– Ay cariño. – dice su madre – siempre goloso.

– Okey vamos Isi. – dice con la boca llena – te presentare algunas personas.

Vuelvo a soltar una risa cuando me agarra de la mano y con la otra s limpia rápidamente la comisura de su boca.

Volvemos al salón el cual se encuentra mas lleno a como estaba cuando recién llegamos tanto de personas de la manada como algunos que no puedo reconocer los cuales seguramente son de otras manadas.