Capítulo 20: Extraño.

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ISABELLA

Los días pasan más rápido de lo que quisiera, dos días quedan para mi cumpleaños y los nervios respecto al tema del mate empiezan a cobrar vida.

Mis tardes se resumen en pasar tiempo con Christopher y las mañanas ser ignorada en el instituto por todos. Las cosas con él están bien, muy bien me atrevería a decir. No hemos pasado más allá de besos y pequeños toques, nada más allá y la verdad las ganas por él aumentan cada vez más. Creo ya estar lista para dar el siguiente paso con él, pero no sé si el querrá.

Quizás no quiere estar conmigo por no tener experiencias sexuales y no quiera perder el tiempo conmigo. Nunca ha intentado llegar más allá y las veces que yo me he dejado llevar, me detiene.

El timbre de aviso de termino de jornada resuena por el lugar ocasionando que me sobre salte por estar metida en mis pensamientos. Guardo mis cosas dentro de la mochila y me levanto para comenzar a caminar hacia la salida.

Pero mis pasos son detenidos por una cabellera rubia, que desgraciadamente no es la que me encanta ver, sino que es Brett.

– ¿Necesitas algo?

Pregunto cuando se queda parada frente a mí viéndome con odio.

– ¿Supongo que estas feliz no? Siendo la consentida de Christopher.

Mis músculos se tensan al escucharla y trago saliva pesadamente.

– No sé de qué hablas.

Intento esquivarla pasando por su lado, pero su mano me retiene agarrándome fuertemente del brazo.

– Claro que lo sabes. – dice con odio – pero tranquila, aprovéchalo mientras dure.

La confusión brota dentro de mi cuerpo y mi ceño se frunce.

– ¿De qué hablas?

– Oh ya sabes. – ríe débilmente – hasta que se aburra de ti ¿De verdad crees que se quedara contigo? Me imagino que solo te tiene escondida, porque acá en el instituto no veo que se acerque a ti.

Su sonrisa se hace más grande cuando ve que sus palabras me afectan, las palabras no salen de mis labios y eso ella lo aprovecha para seguir atacándome.

– Solo eres para el rato, nunca estaría contigo y ¿sabes por qué?

El nudo en mi garganta se hace presente y siento como mis ojos comienzan a aguar, pero contengo las lágrimas, no pienso llorar frente a ella.

– Por que la manda no te quiere linda y para él lo más importante es la manada. – dice moviendo su pelo con una mano – así que cuando se aburra de ti, volverá conmigo, porque conmigo si puede mostrarse con él mundo.

Me mantengo estática en mi posición siendo carcomida por mis propios pensamientos, los cuales se vuelven más fuertes diciéndome lo mismo que ha repetido durante días.

No soy suficiente para él.

– Pero bueno, espero que al menos lo estés disfrutando. – menciona comenzando a caminar hacia la puerta – es bastante bueno en la cama... Adiós.

Sus palabras calan en lo más profundo de mi corazón, pequeñas lagrimas caen por mi mejillas, pero las limpio rápidamente y parpadeo varias veces para alejar las nuevas que se acumulan en mis ojos. No es novedad el saber que ellos se acostaban, así que no dejare que estropee mi felicidad.

Una vez en mi casa, ordeno un poco el desorden que quedo de la mañana cuando me cocine desayuno y luego salgo hacía el patio, me siento en el pasto sintiendo la brisa correr entre mis cabellos moviéndolo a su antojo.

RechazadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora