Rechazada

Capítulo 16: Beso.

ISABELLA

Pude sentir como su respiración se paro cuando mis labios impactaron contra los suyos. La corriente eléctrica que corrió por mi cuerpo derrumbo todas mis barreras, acelero mi corazón como nunca y un cálido sentimiento como nunca había sentido se instalo en mi pecho.

Y eso que solo presione mis labios contra los suyos.

¿Qué pasaría si lo beso bien?

Estaba a punto se abrir mis labios para darle un beso cuando mis pensamientos se interrumpen al sentir que echa su cabeza hacia atrás alejándose de mi tacto.

Abro mis ojos para mirarlo confundida, no retiro mi mano de su nuca y me afirmo más fuerte de él acercándome aun más como si eso fuera posible, prácticamente estoy encima de él ignorando el hecho que me encuentro completamente desnuda.

Pero la necesidad de besarlo es más grande.

Sus ojos se encuentran cerrados, su respiración es forzada y el agarre de su mano en mi cintura es firme.

Intento volver a acercarme, pero me frena con el agarre en mi cintura.

– Isi no... no creo que sea buena idea.

Dice abriendo sus ojos que se encuentran completamente dilatados dándoles un aspecto más sombrío, pero me encantan.

– P-por favor...– susurro rozando mi nariz con la suya – quiero borrarlo, necesito borrarlo.

Niega levemente con la cabeza.

– N-no está bien. – carraspea apretando aun más sus dedos en mi piel – tú no estas bien, luego lamentaras esto y no... no quiero que eso pase.

Me acomodo en su regazo quedando a horcajadas sin importarme la escases de ropa que poseo en estos momentos, la mano que se encontraba en su pecho la subo hacia su cuello y aprieto su rostro dejándolo sin escapatoria.

Necesito borrarlas, necesito borrarlo.

– Por favor, bórralas. – suplico pegándome más a él – necesito que las borres.

Conecto mi mirada con la suya, sintiendo como un calor comienza a posicionarse en mi cuerpo, una de sus manos la arrastra lentamente por el costado de mi cuerpo hacia mi muslo apretándolo suavemente mientras humedece sus labios.

Mi vista recae en ese gesto ocasionando que haga lo mismo con los míos y cuando vuelvo a verlo sus ojos están clavados en mi boca. Lo acerco hacía mi despegando un poco su espalda de la tina y rozo nuestros labios nuevamente.

– Por favor. – dejo un casto beso – por fav...

No termino de hablar cuando sus labios impactan nuevamente con los míos provocando que suelte un suspiro mientras enrollo mis brazos en su cuello. Nuestros labios de mueven al compás, un lento vaivén permitiéndonos apreciar nuestras caricias.

Me muevo torpemente sobre su boca deleitándome con el sabor que contienen sus labios, si alguien me hubiera dicho hace un par de semanas atrás que mi primer beso sería con Christopher Müller probablemente me hubiera reído hasta que mi estomago doliera, pero en estos momentos no encuentro nada mejor que esto este sucediendo con él.

Sus labios se mueven con experiencia sobre los míos, un pequeño jadeo sale de mi boca cuando su lengua delinea el borde de mi labio inferior pidiendo acceso, con algo de nervios se lo otorgo abriendo más mi boca y cuando nuestras lenguas se encuentran, enreda sus dedos en mi cabello profundizando el beso.

Mi cerebro por instinto le corresponde el beso con el mismo apetito, porque cada nervio de mi cuerpo reacciona enviando corrientes eléctricas que nunca había sentido por tener su experta boca devorándome sin piedad.