Capítulo 53: Cabaña.

46.4K 3.3K 110
                                    

ISABELLA

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ISABELLA

El paisaje pasa a toda velocidad a nuestro lado. La calefacción azota mis mejillas calentándolas, seguramente están rojizas debido al calor. Chris maneja con una mano sobre el volante y la otra la tiene apoyada en su mentón ya que su brazo esta flexionado y su codo se encuentra apoyado en el compartimiento entre nuestros asientos.

Estoy nerviosa. Joder estoy nerviosa.

No se donde vamos, simplemente una vez que llegamos a la mansión me hizo empacar rápidamente unos cambios de ropa para irnos inmediatamente de la mansión, porque según mi olor ya era demasiado fuerte y los guardias podían olerme.

– ¿Ágata? – le hablo a mi loba mientras miro de reojo a Chris que mantiene la vista fija en la carretera.

– Dime hermosa.

– ¿Sabes dónde vamos?

– No. – murmura con tristeza. – Zeus no quiso decirme nada, dijo que era sorpresa pero que nos gustaría mucho el lugar.

– ¿Estamos cerca al menos?

– Le preguntare. – responde con alegría.

Me remuevo en el asiento acomodando mis manos sobre mi regazo y fijando mi vista en la ventana. Solo veo árboles. Nada más. Ni siquiera reconozco el camino, no tengo la menor idea de a donde puede estar llevándome.

Inspiro fuerte intentando pasar los nervios, pero fue una pésima idea. El aroma de Chris entra en mi sistema alterando mis hormonas, una pequeña punzada se forma en mi vientre y mis manos pican por tocarlo.

El calor del celo ya comienza a hacerse presente y si no llegamos rápido a donde sea que vayamos no podre contenerme de saltarle encima aquí mismo. Su olor me afecta, mas de lo que pensé que haría.

Me sobresalto ligeramente cuando siento una de las manos de Christopher en mi muslo, rápidamente volteo a mirarlo y su mirada conecta con la mía un par de segundos mostrándome sus pupilas dilatadas antes de volver a concentrarse en la carretera.

Puedo ver como los músculos de su mandíbula se tensan al miso tiempo que me da un pequeño apretón en la pierna mandando una deliciosa corriente de excitación a todo mi cuerpo. Joder si su olor me volvía loca su tacto es aún peor.

– Mierda isi. – habla con la voz ligeramente más ronca. – tu olor me esta matando. No sabes como me contengo para no tirarme encima de ti.

Un pequeño jadeo sale de mis labios al escucharlo. Su voz. Joder su voz.

Muevo una de mis manos hacia la suya que se encuentra en mi muslo, lo acaricio con la yema de mis dedos, su piel es cálida, suave y pequeños hormigueos comienzan a hacerse presentes pidiendo más.

Presiono la palma de mi mano contra su muñeca subiendo lentamente por su brazo, siento sus músculos tensarse bajo mi toque y mi respiración comienza a volverse irregular cuando su mano la arrastra por la parte interna de mis muslo acercándose a esa área que exige de su atención.

RechazadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora